El reconocido cantante argentino Abel Pintos sorprendió al público al compartir una reflexión profunda sobre su vínculo con su esposa, Mora Calabrese. En un momento cargado de sensibilidad, Pintos expresó: “Quisiera recuperar la forma en la que me miraba antes”, una frase que resonó con fuerza y dejó entrever la complejidad de las relaciones a largo plazo.
El artista, conocido por su lírica emotiva y su conexión con el público, se permitió mostrar una faceta menos visible de su vida: la intimidad de su matrimonio. Al recordar los primeros momentos junto a Mora, evocó gestos cotidianos que, según él, tenían un brillo especial en los inicios de la relación. Esa mirada que lo cautivó, llena de admiración y ternura, se convirtió en símbolo de una etapa que, aunque pasada, sigue viva en su memoria.
Pintos no solo habló desde la nostalgia, sino también desde la autocrítica. En otra entrevista, confesó haber sido “tóxico” en los comienzos de la relación y reconoció haberle hecho daño a Mora. Esta sinceridad, lejos de debilitar su imagen, lo humaniza y lo acerca aún más a sus seguidores, quienes valoran su autenticidad. Reconocer errores y expresar el deseo de mejorar es un acto de madurez emocional que muchos celebran.
La historia de Abel y Mora comenzó de manera inesperada. Se conocieron durante una gira del cantante, cuando ella asistió como fan a uno de sus conciertos. Lo que empezó como una admiración musical se transformó en una relación sólida que hoy incluye a su hijo Agustín, nacido en 2020. En 2021, la pareja formalizó su unión con una boda íntima, lejos de los flashes mediáticos.