El ministro del Interior, Diego Santilli, retomará esta semana su serie de reuniones con gobernadores, una agenda que tiene como meta afianzar el vínculo con las provincias y sumar consensos para el Presupuesto 2026. El primer encuentro confirmado será con Alberto Weretilneck, mandatario de Río Negro, quien llegará a Casa Rosada cerca del mediodía para avanzar en temas vinculados a la situación económica y las necesidades de su provincia.
Desde que asumió, Santilli se propuso completar una ronda de conversaciones con todos los jefes provinciales. Aunque ya logró reunirse con una decena de ellos, todavía hay gobernadores que permanecen fuera del cronograma, especialmente aquellos alineados con el peronismo: Axel Kicillof (Buenos Aires), Ricardo Quintela (La Rioja), Gildo Insfrán (Formosa) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego). Por ahora no hay fecha para esos encuentros, lo que marca un clima político todavía pendiente de definiciones.
La estrategia del Ministerio del Interior apunta a construir una base sólida de apoyo para las reformas que impulsa el Gobierno Nacional. Además del Presupuesto 2026, la Casa Rosada insiste en avanzar con proyectos vinculados a modificaciones laborales, penales y tributarias, con los que pretende consolidar el rumbo económico y sostener el orden fiscal. Para la gestión nacional, el respaldo de los gobernadores es un factor decisivo, no solo para sumar votos en el Congreso, sino también para legitimar las medidas frente a la ciudadanía.
Durante los últimos días, Santilli mantuvo encuentros con Martín Llaryora (Córdoba), Marcelo Orrego (San Juan), Ignacio Torres (Chubut), Gustavo Sáenz (Salta), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Rolando Figueroa (Neuquén), Alfredo Cornejo (Mendoza), Carlos Sadir (Jujuy), Raúl Jalil (Catamarca) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos). Con este abanico de mandatarios, el ministro busca equilibrar las conversaciones entre regiones y partidos, mostrando un gesto de apertura en un momento donde las tensiones entre Nación y provincias siguen latentes.
Según anticiparon desde su entorno, estas visitas forman parte de una instrucción directa del presidente Javier Milei, quien pretende reforzar el diálogo federal y acercar posiciones en torno al paquete de reformas que el Ejecutivo enviará al Congreso. El objetivo es claro: evitar conflictos innecesarios, asegurar gobernabilidad y promover un escenario de acuerdos que permita avanzar en las transformaciones estructurales que reclama la gestión nacional.
El Gobierno considera que este proceso de acercamiento es fundamental para recomponer la relación con el interior del país, especialmente después de meses en los que las discusiones por fondos, obras públicas y ajustes presupuestarios generaron roces con varias administraciones provinciales. La apuesta es consolidar un canal de comunicación permanente, que permita anticipar conflictos y ordenar prioridades de manera coordinada.
Mientras avanza la agenda, la expectativa está puesta en cómo evolucionarán los vínculos con los gobernadores que aún no se sumaron a la ronda. Su participación —o ausencia— podría marcar el tono político de los próximos meses y definir el margen de maniobra del Gobierno en el Congreso. Con un escenario económico todavía frágil y un clima social que demanda respuestas rápidas, cada acuerdo cuenta.
La reunión con Weretilneck será, así, un nuevo paso en una estrategia que busca dar señales de previsibilidad y fortalecer el diálogo federal. Para la Casa Rosada, el tramo que viene será clave para asegurar apoyos y sostener el proyecto político que el oficialismo quiere consolidar en 2026.