En un operativo que parece sacado de una película, los muchachos de la Gendarmería Nacional, de la Sección “Monteros” en Tucumán, le pusieron el freno a una operación narco de las grandes.
Sobre la Ruta Nacional N° 40, en un control rutinario, los uniformados pescaron a dos camionetas Volkswagen Saveiro que viajaban pegaditas, como si fueran compinches. Y no estaban equivocados: tras una revisadita minuciosa, encontraron un cargamento que dejó a todos con la boca abierta: 106 kilos de cocaína escondidos en los lugares más insólitos de los vehículos.
El operativo arrancó cuando los gendarmes, con el ojo afilado, notaron que algo no cuadraba en los rodados. En una de las camionetas, los laterales del habitáculo y la zona detrás del asiento trasero tenían pinta de estar “maquillados”.

En la otra, las paredes de la caja de carga y algunos recovecos parecían haber sido tocados por manos expertas en el arte de esconder cosas. No se anduvieron con chiquitas: trasladaron los vehículos a la base de la Unidad Núcleo Aguilares, donde metieron mano con un escáner y el olfato imbatible del perro antinarcóticos de la Fuerza. El resultado: 101 “ladrillos” de cocaína, con un peso total de 106,43 kilos, listos para ser distribuidos.

Un golpe al narcotráfico en el norte argentino
La sustancia fue analizada por los peritos de Criminalística y Estudios Forenses, quienes, con el Narcotest, confirmaron que se trataba de cocaína de alta pureza. Además de la droga, los gendarmes secuestraron las dos camionetas y una suma de guita en efectivo que los sospechosos llevaban encima. Cuatro personas, dos hombres y dos mujeres, todos de Cafayate, Salta, quedaron tras las rejas, acusados de formar parte de esta red narco que tenía como destino final el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Pero la cosa no terminó ahí. El juez a cargo, con la data de que la droga iba rumbo a la capital, ordenó un allanamiento en un domicilio de La Matanza, en la provincia de Buenos Aires. Ahí, los efectivos encontraron más elementos que suman pruebas a la causa, aunque no se dieron detalles específicos de qué hallaron. Lo que sí está claro es que este operativo, llevado a cabo el 10 de julio de 2025, es un mazazo al narcotráfico en la región.
El narcotráfico no se detiene
El modus operandi de esta banda no es nuevo en el norte argentino. Según datos de la Gendarmería Nacional y el Ministerio de Seguridad, las rutas como la 40, la 9 y la 34 son corredores habituales para el tráfico de estupefacientes desde el norte hacia el centro y sur del país. Los narcos suelen usar camionetas o autos pequeños, modificando compartimentos como dobles fondos, tanques de combustible o, como en este caso, los laterales y la caja de carga, para pasar desapercibidos en los controles viales. En los últimos años, las fuerzas federales han intensificado los operativos en estas zonas, logrando decomisos millonarios: solo en 2025, en Salta y Jujuy se incautaron más de 700 kilos de cocaína en distintos procedimientos.
Este golpe no es un caso aislado. En mayo de 2025, en Salta, la Gendarmería desarticuló otra organización narco que operaba desde Orán hacia Córdoba y Buenos Aires, decomisando 50 kilos de cocaína escondidos en cubiertas de camionetas web:18. También en noviembre de 2023, una red que modificaba llantas para transportar droga hacia el AMBA fue desbaratada tras allanamientos en Tucumán, Buenos Aires y Rosario, con 69 kilos de cocaína incautados. Estos operativos muestran el esfuerzo constante de las fuerzas federales para cortar las rutas del narcotráfico, que a menudo conectan el norte argentino con Bolivia y Paraguay, usando pasos fronterizos clandestinos o pistas de aterrizaje improvisadas.
La clave de este operativo en la Ruta 40 fue la combinación de tecnología, como el escáner, y el olfato canino, que no falla. Los “ladrillos” de cocaína estaban escondidos con tanta prolijidad que, sin estas herramientas, podrían haber pasado de largo. Los detenidos, oriundos de Cafayate, una localidad conocida por sus viñedos y no por el narcotráfico, ahora enfrentan cargos graves por transporte de estupefacientes, y la investigación sigue para desmantelar toda la red. Este decomiso, valuado en millones de pesos, no solo saca droga de las calles, sino que también corta una vía clave de distribución hacia Buenos Aires, un mercado codiciado por las bandas narco.