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MISTERIO

El doble crimen en Tartagal suma misterio por una denuncia realizada un día antes

Fernando Gómez y Gustavo Lira fueron asesinados con horas de diferencia en Mosconi y Tartagal.

El doble crimen en Tartagal suma misterio por una denuncia realizada un día antes

Un nuevo giro sacude la investigación del brutal doble homicidio que conmocionó a Tartagal y General Mosconi. La aparición de una denuncia penal, presentada apenas 24 horas antes de que Fernando Gómez (46) y Rubén Gustavo Lira (36) aparecieran muertos, plantea más preguntas que respuestas y deja entrever que el caso podría no tratarse simplemente de un ajuste de cuentas narco, como se pensó en un primer momento.

Ambos hombres, conocidos en el norte salteño por sus presuntos vínculos con el narcomenudeo, murieron el mismo día, en distintos puntos del departamento San Martín. Gómez fue asesinado de diez balazos en pleno mediodía del domingo en Mosconi. Poco después, el cuerpo de Lira apareció tendido al costado de la ruta nacional 86, a la altura del kilómetro 17, cerca de Tartagal, sin signos vitales y junto a una motocicleta que había sido robada minutos antes.

El caso, que en un primer momento parecía responder a una disputa entre bandas o una venganza mafiosa, dio un vuelco inesperado cuando salió a la luz una denuncia penal que ambos habían realizado juntos el sábado anterior, exactamente un día antes de su trágico final. La presentación fue hecha en la ex comisaría 42 —hoy Comisaría 3— ubicada en pleno centro de Tartagal, y allí ambos manifestaron haber sido víctimas de un violento robo a mano armada en la misma zona donde luego fueron hallados sin vida.

Una denuncia que reabre el caso

La denuncia, registrada con el número 2532-2025, detalla que Gómez y Lira fueron interceptados por personas armadas en el kilómetro 3 de la ruta 86. En el escrito también se menciona a una mujer integrante de la Policía de Salta y a un tercer damnificado, de apellido Ortiz. Lo llamativo es que este documento fue completamente ignorado en la conferencia de prensa del fiscal de Graves Atentados contra las Personas, Gonzalo Ariel Vega, quien omitió cualquier mención a la denuncia al presentar los avances de la causa.

Este silencio oficial generó revuelo no solo entre los familiares de las víctimas, sino también en la comunidad de Tartagal y Mosconi, donde las especulaciones y teorías comenzaron a circular con fuerza. ¿Por qué no se mencionó una denuncia que podría ser clave para entender qué ocurrió en las horas previas al doble homicidio? ¿Qué papel jugó la mujer policía nombrada en el documento? ¿Y quién es Ortiz, el tercer damnificado?

Desde la Fiscalía Penal a cargo de Rafael Medina, quien ahora tiene en sus manos la investigación del robo denunciado, confirmaron que se está analizando el contenido de esa presentación para determinar si existe un vínculo directo entre ese hecho y las muertes ocurridas al día siguiente.

Según trascendidos de fuentes cercanas al caso, Gómez y Lira mantenían una relación de amistad y compartían actividades que, en más de una oportunidad, los habrían puesto bajo la lupa de las fuerzas de seguridad. La versión inicial planteaba que Lira habría asesinado a Gómez durante una discusión, para luego huir en el vehículo de la víctima —un Fiat blanco— hacia Tartagal.

Al llegar a la zona este de la ciudad, Lira habría robado una moto bajo amenaza con arma de fuego y escapado por la ruta 86, donde finalmente fue hallado sin vida. Las autoridades aún esperan los resultados completos de la autopsia para determinar con precisión la causa de su muerte, aunque las primeras pericias indican que no habría sido ejecutado, sino que podría haberse suicidado o fallecido por causas vinculadas al estrés extremo o consumo de sustancias.

La secuencia, sin embargo, no termina de cerrar del todo. Muchos vecinos del lugar aseguran haber escuchado disparos en el área donde fue encontrado Lira, lo que abre la posibilidad de una tercera persona involucrada en el desenlace.

La aparición de una mujer policía en la denuncia y su mención como presunta implicada en un hecho delictivo suma un ingrediente delicado al expediente. De confirmarse su participación, podría destaparse un entramado mucho más complejo que una simple disputa personal entre dos conocidos. En zonas como Tartagal y Mosconi, donde el narcotráfico de baja escala convive a menudo con sectores de las fuerzas de seguridad, no son pocas las voces que alertan sobre connivencias peligrosas.

En este contexto, la justicia local enfrenta el desafío de investigar un caso cargado de aristas sensibles, donde el silencio o las omisiones pueden jugar un papel clave en el encubrimiento de redes criminales. El hecho de que la denuncia haya sido registrada formalmente y no se la haya mencionado públicamente genera desconfianza y obliga a redoblar los esfuerzos para transparentar el proceso.

En Tartagal, la noticia del doble crimen no tardó en generar conmoción. Aunque muchos conocían a las víctimas y sabían de sus vínculos con el mundo del delito, el nivel de violencia y la rapidez con que ocurrieron los hechos sacudieron a una comunidad ya acostumbrada a convivir con hechos de sangre.

Vecinos del barrio San Silvestre y de la zona este, donde ocurrieron parte de los hechos, manifestaron preocupación por la creciente inseguridad. “Uno ya no sabe si el que te cruza en la calle es un vecino o alguien que anda armado”, comentó un residente. Otros se mostraron indignados por lo que consideran una “mirada liviana” de las autoridades sobre el trasfondo del crimen.

Mientras tanto, familiares de las víctimas exigen justicia y una investigación sin ocultamientos. Aunque no niegan el pasado de Gómez y Lira, piden que se esclarezcan todas las circunstancias de sus muertes, especialmente si hay agentes del Estado implicados.

El caso podría transformarse en un punto de inflexión para la justicia del norte salteño. Si se confirma que existieron irregularidades en el tratamiento de la denuncia o que hubo omisiones deliberadas en la investigación inicial, podrían abrirse nuevas líneas de investigación que apunten más allá de los protagonistas ya fallecidos.

Por ahora, el expediente sigue sumando hojas mientras los fiscales trabajan en paralelo: Vega en el doble homicidio y Medina en el robo agravado denunciado. La clave para entender qué pasó parece estar en lo ocurrido entre la tarde del sábado y la mañana del domingo, un período de menos de 24 horas que terminó con dos hombres muertos, una denuncia ignorada y un pueblo lleno de dudas.


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