Este miércoles se puso en marcha el juicio oral y público por el femicidio de Jimena Beatriz Salas, la mujer asesinada con saña en su casa de Vaqueros en enero de 2017. En la primera jornada del debate, los hermanos Adrián Guillermo y Carlos Damián Saavedra, principales acusados, prestaron declaración ante el Tribunal y negaron toda participación en el crimen.
El caso, que generó conmoción desde un primer momento, vuelve al centro de la atención pública por la gravedad del hecho y el extenso tiempo transcurrido sin una condena. Los fiscales Mónica Poma, Leandro Flores y Gabriel González acusan a los hermanos como coautores de homicidio calificado por alevosía, ensañamiento, criminis causa, femicidio y la participación de dos o más personas.
Durante la audiencia inicial, los acusados se manifestaron voluntariamente. Con la presencia de su abogado defensor, rechazaron las acusaciones y respondieron preguntas de todas las partes. La Fiscalía expuso el requerimiento de elevación a juicio, detallando pruebas que incluyen análisis genéticos, peritajes y testimonios recolectados a lo largo de años de investigación.
Luego fue el turno del primer testigo: la expareja de Jimena Salas, quien relató los hechos ocurridos el 27 de enero de 2017 y describió cómo fue el hallazgo del cuerpo y la situación familiar posterior. Su declaración marcó un momento de gran tensión en la sala.
El Tribunal —integrado por José Luis Riera, Mónica Faber y Maximiliano Troyano— decretó un cuarto intermedio hasta este jueves a las 8.30, cuando continuará la ronda de testimoniales con peritos, investigadores y testigos claves.
Jimena Salas fue asesinada a puñaladas dentro de su casa mientras cuidaba a sus hijas pequeñas. El crimen, que tuvo un alto nivel de violencia, conmocionó a la comunidad de Vaqueros y a toda la provincia. Años de investigación, cambios de fiscales y nuevas pruebas derivaron en la actual imputación contra los hermanos Saavedra, aunque su defensa sostiene que no existen pruebas directas que los ubiquen en la escena.
La causa fue extensa y compleja. Durante mucho tiempo hubo pocos avances visibles, pero en los últimos años el expediente tomó un nuevo impulso. Uno de los elementos que generó más controversia fue la aparición de ADN masculino en el cuerpo de la víctima, aún sin identificación concluyente.
Se espera que el juicio se prolongue varias semanas, debido a la cantidad de testigos y pericias. Para la familia de Jimena, el proceso representa la última esperanza de obtener justicia. Salta sigue de cerca cada paso de este juicio, que no solo busca esclarecer un crimen aberrante, sino también enviar un mensaje claro frente a la violencia de género.
En Vaqueros, el recuerdo de Jimena continúa presente. La comunidad que acompañó a la familia durante años, hoy vuelve a estar atenta, con la esperanza de que este juicio ponga fin a una larga espera y devuelva algo de paz a quienes todavía lloran su ausencia.