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JUSTICIA

Juicio por los Cuadernos: ex funcionarios y empresarios relatan cómo operaba el circuito de recaudación ilegal

La acusación sostiene que Cristina Fernández estaba al tanto del esquema.

Juicio por los Cuadernos: ex funcionarios y empresarios relatan cómo operaba el circuito de recaudación ilegal

El juicio oral por la causa Cuadernos avanzó este jueves con una tercera audiencia cargada de detalles sobre el funcionamiento del presunto circuito de recaudación ilegal que, según la acusación, operó entre 2003 y 2015 bajo la supervisión de altos cargos del kirchnerismo. La jornada estuvo centrada en la lectura de las declaraciones de imputados colaboradores, entre ellos ex funcionarios y empresarios que —de acuerdo con los documentos judiciales— describieron cómo se recolectaban fondos provenientes de empresarios contratistas del Estado y a dónde eran trasladados posteriormente.

El proceso, que se desarrolla ante el Tribunal Oral Federal 7, retomó así el repaso de las indagatorias incluidas en los requerimientos de elevación a juicio, una etapa clave antes de que los imputados enfrenten su declaración directa en estrados. En este contexto, volvió a adquirir protagonismo el testimonio de Oscar Centeno, el remisero que registró en sus cuadernos los movimientos que dieron origen a la causa y que se convirtió en uno de los arrepentidos más relevantes del expediente.

Las declaraciones leídas ante el tribunal reconstruyen un panorama que el Ministerio Público Fiscal considera central para demostrar la existencia de una asociación ilícita dedicada a la recaudación sistemática de fondos ilegales. De acuerdo con los arrepentidos, el dinero recolectado se trasladaba en bolsos que tenían como destino la Quinta de Olivos y, en otras ocasiones, un departamento vinculado a la familia Kirchner. Estas afirmaciones refuerzan, para los fiscales, la hipótesis de un esquema sostenido desde las más altas esferas del poder.

Cristina Fernández de Kirchner está procesada por presunta jefatura de asociación ilícita y cohecho. Junto a ella también se juzga al ex ministro de Planificación Julio De Vido, a su mano derecha Roberto Baratta y a un total de 83 imputados. Todos ellos enfrentan acusaciones que abarcan desde recibir pagos ilegales hasta participar en maniobras de recolección y distribución de fondos provenientes de empresarios que buscaban acceder a beneficios contractuales durante los gobiernos kirchneristas.

Durante la audiencia se retomó la lectura de la declaración de Centeno, quien aseguró ante la Justicia en 2018 que el circuito de recaudación continuó sin interrupciones incluso después de la muerte de Néstor Kirchner. Según relató, las entregas eran frecuentes y respondían a un cronograma coordinado por funcionarios de confianza del ex presidente y, luego, de la entonces mandataria Cristina Fernández.

En su testimonio, el chofer detalló que, mientras Néstor Kirchner estaba a cargo del Ejecutivo, las visitas para entregar dinero eran habituales y podían repetirse hasta tres veces por semana. Tras su fallecimiento, afirmó, la frecuencia disminuyó, pero el esquema se mantuvo activo bajo la presidencia de Cristina Fernández: “Ya con Cristina presidenta íbamos una vez por semana”, señaló en su indagatoria. La frase pretende dejar en claro que la organización no se desactivó con el cambio de liderazgos dentro del mismo espacio político, sino que continuó bajo una dinámica similar.

La reconstrucción de estos movimientos forma parte del corazón de la acusación. Los fiscales sostienen que los fondos recolectados provenían mayoritariamente de empresarios de la obra pública y contratistas del Estado que pagaban sumas de dinero para obtener ventajas o asegurar continuidad en sus contratos. El relato de los arrepentidos sugiere que ese dinero no quedaba en manos de intermediarios, sino que era trasladado a sitios ligados a los máximos referentes del kirchnerismo.

A medida que avanza el juicio, el tribunal continúa escuchando la lectura de los requerimientos de elevación, que incluyen no solo las declaraciones de Centeno sino también las de empresarios que, con el avance de la investigación, reconocieron haber participado en el circuito de pagos ilegales. Estos testimonios serán claves para el proceso, ya que permitirán confrontar versiones cuando los imputados comparezcan en persona ante los jueces.

Una vez que se complete esta etapa preliminar, el Tribunal Oral Federal 7 comenzará a convocar a cada uno de los acusados para escuchar de primera mano sus versiones de los hechos. Allí se verá si mantienen las declaraciones realizadas hace años o si optan por adoptar una nueva estrategia defensiva. La lectura de los arrepentidos anticipa que será un tramo intenso del debate, donde no solo se discutirán fechas, trayectos y entregas, sino también responsabilidades políticas y jerárquicas.

El avance del juicio mantiene expectante al mundo político y judicial del país. La causa Cuadernos es una de las investigaciones más voluminosas en la historia reciente de la Argentina, tanto por la cantidad de imputados como por el nivel de funcionarios involucrados. Para la Justicia, el desafío será determinar el alcance real del sistema descrito en los cuadernos de Centeno y evaluar si efectivamente existió una estructura organizada para recaudar dinero ilegal, tal como sostienen los arrepentidos.


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