En la recta final de la campaña, Axel Kicillof refuerza su perfil de dirigente cercano con un cierre alejado de los grandes escenarios. Este jueves, el gobernador bonaerense se concentra en actividades de cercanía con los vecinos, recorriendo Merlo y Lomas de Zamora, para terminar la jornada en La Plata con una “mateada militante” en la Plaza Malvinas Argentinas, acompañado por el intendente Julio Alak y los principales candidatos locales de Fuerza Patria.
La decisión de cerrar la campaña sin acto central y con un formato de charla abierta busca transmitir una imagen de escucha activa y sencillez. Mate de por medio, Kicillof apuesta a lo simbólico en un contexto social cargado, donde la distancia entre la dirigencia y la ciudadanía parece más marcada que nunca.
Antes de llegar a la capital provincial, el mandatario participará en Merlo de la Expo de la Industria y la Producción “Hecho en Merlo, Hecho con orgullo”, una feria que destaca el desarrollo local. Más tarde, en Lomas de Zamora, compartirá un encuentro con docentes y familias en una escuela especial del distrito, junto al jefe comunal Federico Otermín.
La estrategia del gobernador pasa por recorrer territorio, reforzar el voto propio y consolidar la presencia de Fuerza Patria como alternativa dentro del espacio peronista. El objetivo es claro: diferenciarse del ajuste del gobierno nacional y mostrar gestión, producción y cercanía como ejes de campaña.
Ayer, en San Martín, Kicillof ya había dado un anticipo del tono de su cierre. Desde el Centro Miguelete, criticó con dureza al modelo económico de Javier Milei, al que volvió a señalar como una amenaza para los sectores populares. El mensaje no varía: defensa del Estado, apuesta a la producción y rechazo a la “motosierra”.
En Salta y en otras provincias, el movimiento de Kicillof no pasa desapercibido. Aunque su territorio es Buenos Aires, su figura gana proyección nacional como posible referente del peronismo pos-Milei. Y en tiempos de reconfiguración política, cada gesto cuenta.
Con este cierre atípico, sin estridencias ni grandes puestas en escena, el gobernador busca cerrar filas con la militancia y sumar votos desde la base. El sábado será tiempo de reflexión. Y el domingo, de definiciones.