A solo días de una elección decisiva, el cierre de campaña de Javier Milei en el conurbano bonaerense encendió una nueva polémica entre el Gobierno nacional y la administración de Axel Kicillof. El gobernador cuestionó con dureza el acto en Moreno y lo consideró una puesta en escena innecesaria. “Lo podrían haber hecho en un gimnasio cerrado”, ironizó, al criticar el operativo de seguridad desplegado por Nación y Provincia.
El acto tuvo lugar en el club Villa Ángela, un predio ubicado en el barrio Trujui, con serios problemas de infraestructura. Desde el Ministerio de Seguridad bonaerense advirtieron que el lugar estaba “inundado, con escombros y sin vías de escape”, y que el operativo implicó recursos que, según Kicillof, no estaban justificados: “No había necesidad de montar semejante parafernalia”.
La Libertad Avanza, por su parte, utilizó el acto como una muestra de fuerza a nivel nacional. Milei no solo reafirmó su discurso contra el kirchnerismo, sino que apuntó contra la violencia política y denunció intentos de boicot: “Nos tiraron piedras, amedrentaron estudiantes. Nosotros no respondemos con violencia, pero ellos necesitan de eso. Los vamos a aplastar en las urnas”, lanzó el Presidente, en un tono desafiante.
Desde el oficialismo provincial remarcaron que los incidentes no se limitaron a zonas peronistas. También hubo conflictos en Junín y Corrientes. Para Kicillof, la estrategia del Gobierno nacional se basa en la provocación y el espectáculo: “No es casual que armen actos donde no hay condiciones, buscan el enfrentamiento”.
En paralelo, los ecos del escándalo por los audios del exdirector de la ANDIS, Diego Spagnuolo, sumaron más tensión. Las grabaciones comprometen a funcionarios cercanos al oficialismo nacional, y la Justicia prohibió su difusión, en particular aquellas que involucran a Karina Milei. Kicillof calificó la situación como “un golpazo” y cuestionó el intento de silenciar la información: “La transparencia no se logra con censura”.
Con la mirada puesta en el domingo, el gobernador destacó su campaña territorial, con presencia en 54 distritos, y advirtió sobre los efectos del ajuste: “Hay que ponerle un freno a este modelo. Lo que está pasando en el Conicet, en las universidades, en los barrios, es muy grave”.
En provincias como Salta, las repercusiones de este enfrentamiento también se hacen sentir. El recorte en ciencia, educación y asistencia social golpea de lleno a sectores vulnerables. La UNSa y distintos centros de investigación atraviesan recortes presupuestarios, mientras que los comedores escolares y organizaciones barriales denuncian falta de recursos.
Con un escenario de “empate técnico” en las encuestas, según voces del oficialismo nacional, el clima previo al domingo es de extrema cautela. En el norte del país, donde la política nacional suele sentirse con retraso pero con fuerza, crece la expectativa por los resultados y por el rumbo que tomará el país.