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NO HAY PLATA

La boleta única de papel, cuatro veces más económica que el voto electrónico

En las elecciones de 2023 Córdoba gastó $250 millones y Salta casi $1.000 millones.Analizan utilizar el modelo cordobés de boleta en la provincia.

La boleta única de papel, cuatro veces más económica que el voto electrónico

A un año de las elecciones de 2025, la cartera de Gobierno de Salta ya trabaja en las bases de una nueva ronda de consulta a la que serán convocadas fuerzas políticas para discutir las reglas y el sistema de votación que se utilizarán en esos comicios.

 

Aunque el debate tendría definiciones en el segundo semestre, la suerte de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) que se suspendieron en las dos últimas elecciones provinciales y del sistema de votación con boleta única electrónica (BUE) utilizado en Salta desde 2011 parece estar echada por los ajustes y recortes.

La experiencia de Córdoba, Santa Fe y Mendoza

Semanas atrás el ministro de Gobierno, Ricardo Villada, se interiorizó con la vicegobernadora de Córdoba, Myrian Prunotto, sobre el sistema de boleta única de papel (BUP) usado en esa provincia y también en Santa Fe y Mendoza. La herramienta se muestra como una opción confiable frente a los vicios de la tradicional boleta de papel y el elevado costo del sistema de votación electrónica que Salta viene contratando con Magic Software desde 2009 (año en el que sus máquinas se utilizaron en parte de las mesas).

Al respecto, fuentes del Juzgado Electoral de Córdoba, a cargo de Marta Vidal, precisaron días atrás que el costo en los comicios generales cordobeses de 2023 (en este distrito tampoco hubo primarias) fue de $234.112.600. Ese monto, según detallaron, se correspondió a una boleta única de papel para todas las categorías por la cantidad de electores, más un 10% de reposiciones. Además de esa cifra, se gastaron otros $13.930.367 en las plantillas en Braille, que permitieron a electores ciegos votar en forma autónoma.

Elevadísimos costos

En Salta, con un padrón de electores muy inferior al de Córdoba, contratar el servicio de boleta electrónica en 2023 le costó a la Provincia cerca de $1.000 millones. Esa suma, proyectada a estos días, con una inflación acumulada de más del 280%, arrojaría una cifra muy difícil de cubrir sin resignar gastos mucho más esenciales y sensibles.

Contratar el sistema de Magic Software hoy equivaldría a gastar un monto casi tres veces mayor que el recorte de transferencias del Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid).

Con el gasto que ahorraría la Provincia suplantando el voto electrónico con el modelo de boleta cordobés se podrían cubrir tres rondas completas de los módulos focalizados con los que asiste a más de 30.000 niños y niñas en riesgo nutricional, mujeres embarazadas, personas con discapacidad y adultos mayores.

Más fondos

En marzo de 2021, para las elecciones provinciales de medio término que se realizaron el 4 de julio de ese año, Magic Software había pedido $474.964.880 por su prestación. La partida presupuestaria asignada para el servicio de votación con boleta única electrónica (BUE), el recuento provisorio y la transmisión electrónica de los resultados de esos comicios era de $321.200.000, lo que obligó a una reasignación de fondos del Tribunal Electoral de la Provincia para compensar los más de $153 millones extras.

En ese turno electoral empezó a resaltar una paradoja, ya que las PASO de 2021 fueron suspendidas, a través de un proyecto que aprobaron las cámaras legislativas, con el argumento central anclado en la necesidad de reducir los elevados costos del proceso eleccionario que, de todos modos, se hizo con votación electrónica.

La eliminación del sistema electrónico

En la ronda de consulta previa convocada por el Senado, la gran mayoría de las fuerzas políticas se había pronunciado por la eliminación del sistema de votación electrónica, poniendo de relieve no solo sus fallas sistémicas, limitaciones de auditabilidad y escasa confiabilidad, sino también su alto costo. Sobre este punto se hizo notar que Salta hubiera ahorrado un monto calculado en ese momento en cerca de $400 millones si en lugar del oneroso sistema de boleta única electrónica (BUE) monopolizado por la empresa presidida por Sergio Angelini hubiera instrumentado la boleta única de papel (BUP) con la que se vota en Córdoba, Santa Fe o Mendoza.

De hecho, en el marco de la modificación del sistema electoral que el gobierno de Javier Milei envió al Congreso dentro del paquete de la llamada ley ómnibus, el ministro de Interior, Guillermo Francos, anticipó que desde la Casa Rosada se aspira a ir a un modelo de boleta única de papel como el de Córdoba en las próximas elecciones nacionales, para corregir los desvíos del tradicional voto del papel y garantizar, como ningún sistema de votación electrónica, los principios de integridad, seguridad y auditabilidad del sufragio.

Visión crítica

En este contexto, el ministro Villada recordó que en octubre de 2020, cuando se convocó a las fuerzas políticas de la provincia a expresarse a favor o en contra de la utilización del sistema provisto por Magic Software y las primarias en el proceso electoral de 2021, todas en algún punto manifestaron "una visión crítica sobre el voto electrónico". El funcionario remarcó que, en el marco de esas posturas, reiteradas en la antesala de las elecciones de 2023, desde el Gobierno provincial "asumimos el compromiso de que en el año 2024 íbamos a producir estos cambios". El Ministerio de Gobierno de la Provincia, según señaló el ministro, ya trabaja sobre ese objetivo.

Fuente El Tribuno


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