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Antes eras chévere

Quien nada debe nada teme: por primera vez en la historia un gobernador salteño no asistió al Tedeum un 25 de Mayo

Si bien Sáenz castigó sistemáticamente a los capitalinos reduciendo las partidas económicas al mínimo histórico, ahora también elige dar la espalda a su pueblo.

Era un secreto a voces, se improvisó una visita oficial, previa promesa de que nadie lo molestaría. Mucha distancia, típica de a quien ya se lo comienza a conocer.
Era un secreto a voces, se improvisó una visita oficial, previa promesa de que nadie lo molestaría. Mucha distancia, típica de a quien ya se lo comienza a conocer.

La preocupación reinaba ayer en la Secretaría de Prensa del gobierno de Salta: se confirmaba que el primer mandatario provincial no asistiría a los festejos oficiales por la fecha patria. En su lugar, y afligidos, los comunicadores de Grand Bourg poroteaban entre segundos y terceros mandos para resolver como estructurar un relato endeble y carente de justificaciones. La ausencia ejecutiva.

Fecha clave, la iglesia habla y el poder escucha. A veces se vivieron momentos de tensión. Una nueva muerte infantil en el norte de la provincia por causas de desnutrición y tuberculosis. El ya manifiesto descontento popular que comienza a sentirse tras tres años de fracasos constantes en la gestión y los problemas entre la tía del gobernador, María Livia, y la curia católica por el negocio de la Virgen del Cerro como condimentos para entender tamaño faltazo.

Lo cierto es que con las puertas cerradas en Tartagal (pobreza extrema, desnutrición y muerte), en donde en su última visita el mandatario tuvo que escapar de la persecución de una docente en motoneta. Orán, en donde se les coloca cartón a quienes se fracturan un miembro por falta de insumos en los hospitales, ahora la capital salteña se comienza también a percibir hostil para el mandatario.

El duro recorte en partidas presupuestarias y fondos coparticipables, la desinversión histórica llevada a cabo en la empresa Aguas del Norte, que genera falta del líquido elemento a escasas cuadras de la Casa de Gobierno y calles imposibles de asfaltar o reparar, puesto que las cloacas implosionan a diario y es necesario romper nuevamente, alejan cada vez más a un gobernador que ya venía con algunos problemitas para mezclarse con la gente. “Ataques de pánico recurrentes y el miedo al rechazo, a que la gente le dé la espalda”, asegura uno que es experto en saber cuando hay que llevarle la dosis de azúcar justa que le provee la coca cola de rigor en los momentos difíciles que atormentan al hombre que el año pasado se vanagloriaba de ser imbatible.

Los salteños que asistieron hoy a la conmemoración del 25 de Mayo, por sentimiento patriótico, extrañaron su presencia y, dolidos, confirmaron ese secreto a voces: “nos abandonó, no estuvo con nosotros en este día tan importante para el sentir popular”.

Y no hay que ser una luz para entenderlo, ante el miedo la rechazo y la desaprobación, el hombre optó por desaparecer y esconderse. En un principio no había ninguna tarea destinada, pero ante los rumores se improvisó una visita secreta y sin agenda a los Valles, Rosario del Lerma para ser más precisos.

Así, una vez más, Saénz nos falla. Nadie le pide que haga cosas que no sabe hacer, como montar a caballo poniendo en riesgo su salud e integridad, tan solo se le pide que muestre la cara al pueblo. Estrecharse con él en un abrazo en este día tan importante, el día en el que se conmemora el grito de libertad.

Y es que quizás de allí venga el repudio y la ausencia. La libertad últimamente parece no gustarle al hombre de Grand Bourg. Los últimos meses lo exponen colocando pequeñas trampitas y triquiñuelas para asegurarse el unicato que le permita permanecer en el poder a cualquier precio, vaya uno a saber por qué.

A las claras, y con el diario del lunes, las botas no eran salteñas sinó texanas. Más parecidas a las que se usa en la milicia que a las sencillas botas del salteño de a pie, ese salteño que hoy en los actos del 25 de Mayo no pudo verlo ni compartir un apretón de manos, un momento de hermandad. Momentos difíciles para mirar al pueblo a los ojos, justo en un día tan especial se recurrió al ejercicio del escape a la guarida. Triste.


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