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TAREAS DE PREVENCIÓN

Avanzan las obras de defensa sobre la Ruta Nacional 51 para protegerla de las crecidas del río Toro

Se ejecutan trabajos clave de contención y encauzamiento a la altura de Ingeniero Maury y Estación Chorrillos, con el objetivo de resguardar la RN 51 antes del inicio pleno de la temporada de lluvias-

Avanzan las obras de defensa sobre la Ruta Nacional 51 para protegerla de las crecidas del río Toro

La Ruta Nacional 51, uno de los corredores estratégicos más importantes del oeste salteño y de la región de la Puna, atraviesa por estos días una etapa decisiva de trabajos de mantenimiento y defensa hídrica. A la altura de Ingeniero Maury, cuadrillas especializadas avanzan con obras de contención sobre el río Toro, un curso de agua que en marzo pasado protagonizó una crecida extraordinaria que provocó severos daños en la traza vial y obligó a realizar cortes preventivos.

Las tareas se concentran en los sectores donde el avance del río puso en riesgo la zona de camino. Allí, tras la recuperación y reconstrucción de la calzada, se ejecutan defensas estructurales mediante la colocación de colchonetas y gaviones, una solución técnica pensada para resistir la fuerza del agua y evitar nuevos socavamientos. El objetivo inmediato es reforzar la infraestructura existente antes de que se intensifiquen las lluvias estivales, un factor recurrente que históricamente afecta la transitabilidad en esta parte de la provincia de Salta.

El plan de trabajo contempla la construcción de alrededor de mil metros cúbicos de gaviones, una cifra significativa que da cuenta de la magnitud de la intervención. Estas estructuras, armadas con mallas metálicas y rellenas con piedra, cumplen un rol fundamental como barrera de contención frente a las crecidas del río Toro, especialmente en zonas donde el cauce se acerca peligrosamente a la ruta. La experiencia de eventos climáticos recientes aceleró los tiempos de obra y reforzó la necesidad de anticiparse a posibles escenarios críticos.

Un aspecto destacado de estas labores es el esquema de cooperación que se logró articular en el territorio. A las cuadrillas de trabajadores viales se sumó el aporte de equipos y personal gestionados por la Cámara de Proveedores Mineros de la Puna y la Cámara de Minería de Salta. La participación de estas instituciones no es casual: la RN 51 es una vía clave para la actividad minera, el transporte de insumos y la salida de la producción desde los proyectos ubicados en la Puna salteña hacia el Valle de Lerma y los principales centros logísticos del país.

Este trabajo conjunto entre el sector público y el privado permite acelerar los plazos de ejecución y optimizar recursos en una zona donde las condiciones geográficas y climáticas suelen complicar cualquier intervención. En un contexto de alta demanda logística y con el crecimiento sostenido de la minería en Salta, garantizar la operatividad de la Ruta Nacional 51 se volvió una prioridad que excede lo estrictamente vial y se proyecta sobre la economía regional.

Mientras tanto, en otro frente de obra, cerca de Estación Chorrillos, las máquinas pesadas trabajan directamente sobre el cauce del río Toro. Topadoras y palas cargadoras realizan tareas de encauzamiento y corrección del curso del agua, con el fin de reducir el impacto de futuras crecidas. Estas acciones buscan ordenar el flujo del río, evitando desbordes y minimizando la erosión sobre las márgenes que, en temporadas de lluvias intensas, suelen ceder con rapidez.

La intervención en el cauce es complementaria a la construcción de defensas y responde a una mirada integral del problema. No se trata solo de reparar lo dañado, sino de mitigar riesgos a mediano plazo en un tramo de la RN 51 que históricamente fue vulnerable a los fenómenos climáticos extremos. La combinación de obras hidráulicas y viales apunta a sostener la conectividad durante todo el año, incluso en los meses más complejos del verano salteño.

Desde el punto de vista operativo, las tareas se desarrollan mayormente fuera de la calzada, lo que permite mantener la circulación sin cortes totales. Sin embargo, se dispuso señalización provisoria de obra en distintos sectores, por lo que se solicita a los conductores extremar la precaución, respetar las indicaciones y reducir la velocidad. La seguridad vial es un punto central, tanto para quienes transitan por la ruta como para los trabajadores que se desempeñan a la vera del camino.

La Ruta Nacional 51 conecta la ciudad de Salta con San Antonio de los Cobres y el Paso de Sico, en el límite con Chile, y cumple un rol estratégico en el comercio exterior y el desarrollo productivo del norte argentino. Cada interrupción por causas climáticas genera un impacto directo en la actividad económica, el turismo y la vida cotidiana de las comunidades de la zona. Por eso, las obras en marcha son observadas con atención por transportistas, empresas mineras y vecinos de localidades como Campo Quijano, Ingeniero Maury y los parajes cercanos.

A medida que avanzan los trabajos, la expectativa está puesta en llegar al pico de la temporada de lluvias con defensas consolidadas y un cauce más controlado. La experiencia de los últimos años dejó en claro que la prevención es clave en una región donde el agua puede transformarse, en cuestión de horas, en una amenaza para la infraestructura. En ese sentido, las intervenciones actuales sobre la RN 51 representan una apuesta a la planificación y al cuidado de una vía fundamental para Salta y para todo el corredor andino.

Con maquinaria en plena actividad y equipos trabajando a contrarreloj, la postal de estos días sobre la Ruta Nacional 51 es la de un esfuerzo sostenido por fortalecer la infraestructura y reducir riesgos. Un desafío técnico y logístico que se desarrolla en uno de los paisajes más imponentes de la provincia, pero también en uno de los más exigentes cuando la naturaleza decide hacerse sentir.


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