Durante la pandemia los casos de ludopatía en niños y adolescentes se incrementaron en un 300% y tres años después, el fenómeno sigue en ascenso. Especialistas en adicciones consultados advierten sobre el rol de los influencers y las redes sociales en la promoción de estos portales de apuestas a los que los jóvenes acceden sin problemas y pese a ser menores de edad.
En los consultorios de psicología infanto juvenil crecieron las consultas por chicos adictos al casino online, mientras que los centros de recuperación para ludópatas ven cada vez más jóvenes que se acercan para recibir ayuda.
"En los últimos años se registró un aumento de casos, ya que se está disfrazando primero el tema de los videosjuegos con ludopatía adulta, después se disfrazó con ludopatía infantil juvenil y ahora está creciendo todo este fenómeno que genera el casino online”, explica el Lic. en psicología, José Icazatti.
“Los influencers, que son los que tienen mayor aceptación a la juventud, son los que más son escuchados en este mundo con pocas identificaciones e imitan estas propuestas online, donde se pierde definitivamente el contenido verdadero del jugar por esta necesidad que alimentan, este inconsciente más la compulsión, el problema no es jugar sino no poder dejar de jugar”, sostiene el especialista, quien además es presidente de la Fundación de Ludopatía Infanto Juvenil (LINFU) de San Juan.
Fácil acceso y poco control
El profesional atiende casos de ludopatía adulta en su consultorio y reconoce que cada vez hay más de menores de edad que asisten con sus padres por la adicción al casino online. “El fenómeno también se debe a que el acceso más fácil es justamente por el anonimato que hay. Es como abrir un Instagram y registrarse. La verdad que no te piden muchos datos, solamente un registro y la posibilidad de pagar que puede ser a través de cualquier plataforma financiera o billetera virtual”, advierte el psicólogo.
El problema, afirma Icazatti, es que todavía no existe una ley que regule el casino online. “No hay compromiso legal, no hay un control tampoco”, sentencia el experto. “Los jóvenes y adolescentes tienen un cableado neuronal que se está gestando y está madurando. Este hábitat que es el casino online viene como a reemplazar la dopamina o serotonina o esa oxitocina, que es la recompensa inmediata que se obtiene a través del placer no de jugar, sino de ganar”, detalla.
El rol de los influencers
Los casinos online se convirtieron en un negocio para influencers y famosos que los promocionan entre sus seguidores en redes sociales. Desde los exparticipantes de Gran Hermano 2023 hasta modelos, actores y músicos comparten estas publicidades pagas sin ningún tipo de advertencia. De hecho, algunos nombres han quedado vinculados a denuncias por estafas de ciertos portales.
Motivados por lo que ven en redes sociales, los niños y adolescentes comienzan a apostar miles de pesos con un registro simple desde la escuela o desde su casa, utilizando solo un celular con datos.
“La verdad que dar contenido no es malo, el problema es cómo se recibe y a dónde apunta. El jugar es una de las principales relaciones sociales de aprendizaje y de sociabilización que tiene el humano. Pero cuando esto ya se convierte en necesidad, que pasa la dimensión del que hacer jugar, sino que es una dimensión de justamente calmar la ansiedad de no hacerlo, de no poder jugarlo, ahí es cuando ya hablamos de una problemática”, asegura Icazatti.
¿Qué pueden hacer los padres?
El psicólogo cuenta que tuvo casos de chicos que habían llegado a endeudarse por 400 mil pesos. Mantener bajo control todos los movimientos virtuales de los chicos no es tarea fácil, pero existen herramientas que pueden mejorar la situación antes de que sea demasiado tarde.
Ante un posible caso de adicción a las apuestas y casinos online, los padres “deben tener un diálogo, un puente comunicacional, ya que las generaciones han ido cambiando y por ahí la vieja escuela de la educación que tenemos, en esta era digital no funciona. Hay que entablar diálogos empáticos, con mucho aprendizaje emocional, con ideas también de no negar la realidad, hay que evitar las comparaciones y generar un puente de enlace de escucha”, remarca el especialista.
“Este fenómeno recién está empezando, creo que estamos viendo la punta del iceberg todavía, algunos lo comparan incluso con la adicción a la heroína. Hay que seguir investigando ya que este fenómeno es actual, inclusive la OMS recién nombró una patología a los videojuegos en redes como un trastorno mental, pero todavía no habla ni de la dependencia de los aparatos tecnológicos, ni la dependencia de los casinos online. Nosotros hace 3, 4 años que lo venimos hablando”, insiste Icazatti.
Por último, el profesional advierte que hay que estar atentos a las señales y buscar ayuda profesional ante la complejización del cuadro. “Se requiere un trabajo interdisciplinario con psicopedagogos, psiquiatras si es posible, detectar si no hay alguna enfermedad psiquiátrica, por ejemplo un déficit de atención, un autismo. Es fundamental brindar espacios de ayuda, ya sea de sensibilización y de prevención, así como de tratamiento”, concluye.