Durante las próximos días, la Luna Nueva en Sagitario que tuvimos el pasado día 12 de diciembre conserva aún su influencia. Por esto si aún no hemos escrito las intenciones que queremos ver manifestadas en los próximos seis meses, hoy con la Luna en Capricornio, es un día muy indicado.
Si ya las escribimos, es un buen momento para aprovechar la energía capricorniana, que materializa, concreta y les da trascendencia, durabilidad y profundidad emocional.
¿Cómo escribir las intenciones?
Primero, hay que buscar bien en nuestro interior. ¿Dónde quiero estar de aquí a seis meses? ¿ Qué deseo cambiar de mi presente, cómo lo quiero hacer, qué quiero conseguir? Debemos imaginarnos ya con todo eso cumplido y enfatizar en cómo nos queremos sentir entonces. Ya sea una mudanza, una pareja, un nuevo trabajo más satisfactorio, un curso, cualquier meta debe ser proyectada con la mayor cantidad de detalle.
A partir de esta claridad, escribimos. No necesitamos colores ni papeles especiales, solo un espacio donde podamos plasmar estos deseos pero no como algo que no tenemos, sino como algo que ya se cumplió. Por ejemplo: " Vivo en una casa muy cómoda que me da alegría, tengo un trabajo que me da abundancia, estoy en armonía con mi pareja a la que amo y me siento completa, serena y confiada/o."
La extensión del texto será la necesaria para sentirnos conformes. Tanto logros materiales como personales pueden describirse detalladamente. " Estoy con mi perro, un cachorro adoptado muy juguetón, de pelo oscuro" por ejemplo.
Una vez que hayamos escrito las intenciones, podemos guardarlas en un lugar donde podamos leerlas más adelante las veces que creamos conveniente o simplemente dejarlas ir. La idea es que enviamos estas intenciones para que todas las fuerzas y energías que nos rodean sintonicen con ellas y colaboren en su concreción.
Sin embargo, es muy importante que tengamos en cuenta que la energía que crea estos cambios y los materializa finalmente depende primero de nuestro trabajo, de nuestra voluntad, de nuestra confianza en lograrlo. Si en nuestro interior hay dudas sobre los resultados, conspiramos contra nuestro propio éxito.
