La situación de Morena Rial mantiene en alerta a su entorno. La joven de 25 años, hija del periodista Jorge Rial, continúa detenida en el penal de Magdalena y, según trascendió, habría comenzado una huelga de hambre. Apenas consume agua y presenta un cuadro emocional frágil, motivo por el cual sus abogados gestionan atención psicológica constante.
Morena se encuentra alojada en una celda individual con condiciones estrictas, muy distintas a las que tenía en la comisaría donde estuvo antes. Su abogado Martín Leiro aseguró que la joven pasa por un momento de fuerte angustia y que casi no ingiere alimentos. Durante una visita reciente, le llevó comida y ropa, pero relató que “apenas aceptó tomar agua”.
La joven escribió una carta a mano, titulada “Yo, More Rial, comunico”, donde aclaró que solo mantiene contacto con sus abogados y un reducido grupo de allegados. También expresó su deseo de resolver su situación judicial y negó versiones sobre su hijo Mateo: “No pedí que me visite porque este no es el ámbito que quiero para él”, habría explicado.
Tras la solicitud de la defensa, el gabinete psicológico del penal evaluó a Morena y dispuso que continúe con tratamiento profesional. Según se supo, ya tuvo una primera sesión y continuará con seguimiento médico para evitar un mayor deterioro físico.
El entorno de la influencer asegura que la adaptación al penal fue difícil y que extraña profundamente a su hijo. En tanto, sus abogados preparan nuevas presentaciones judiciales para mejorar las condiciones de reclusión y pedir una revisión de la causa.
El traslado al penal de Magdalena marcó un cambio drástico para Morena, que ahora enfrenta una rutina más dura y con menos contacto con el exterior. Su estado anímico, describen, es “inestable pero controlado”, aunque preocupa la falta de alimentación.
En las próximas horas se espera una nueva evaluación médica. Si la huelga continúa, podrían aplicarse medidas especiales para resguardar su salud. Mientras tanto, la defensa insiste en que la prioridad es estabilizarla y garantizar un entorno adecuado para su recuperación emocional.