Con la llegada del calor y el aumento de la humedad, los mosquitos volvieron con fuerza a Salta, y con ellos, la preocupación por el dengue. En las farmacias del microcentro, el precio de los repelentes se convirtió en un nuevo dolor de cabeza para los vecinos. Protegerse ya no es solo una cuestión de salud, sino también de presupuesto.
Un relevamiento en farmacias céntricas muestra que los aerosoles más conocidos, como OFF!, cuestan entre $7.000 y $8.600 según la presentación. Las versiones en crema o spray en frasco no bajan de los $5.400. Algunas marcas más económicas, como Rexin, Exilet o Rep, están entre $3.800 y $4.200, pero también con menos rendimiento.
Para pieles sensibles o quienes buscan fórmulas alternativas, hay lociones como Influencia a $6.000 o geles con efecto frío, como Aulo Gelio, a más de $7.000. En todos los casos, se trata de precios que varían según la marca, el formato y las fórmulas.
Algunas farmacias ofrecen descuentos del 10% al 25% según el medio de pago, aunque no siempre se aplican a todos los productos ni marcas.
El problema es que un solo frasco de repelente puede durar muy poco, sobre todo en familias con niños o adultos mayores que requieren aplicaciones frecuentes. En muchos hogares salteños, el gasto mensual en repelentes puede superar los $20.000, un número difícil de afrontar en un contexto económico apretado.
Además del uso de repelentes, las autoridades sanitarias insisten en la importancia del descacharrado y la eliminación de criaderos. Sin embargo, muchos vecinos dependen exclusivamente de estos productos para protegerse, y no todos pueden acceder a ellos con facilidad.
Si bien algunos centros de salud reparten repelentes de forma gratuita, la entrega es limitada y no llega a toda la población. Ante esto, cada vez más salteños recurren a alternativas caseras como espirales, mosquiteros o recetas naturales, aunque su eficacia no siempre es la misma.
El dengue sigue siendo una amenaza real en la provincia, y año tras año reaparece con fuerza. Frente a este escenario, el acceso a los repelentes debería ser una prioridad dentro de las políticas públicas de prevención. Por ahora, cuidarse del dengue en Salta tiene un costo, y no todos pueden pagarlo.