El espíritu solidario del Mercado San Miguel vuelve a hacerse presente en el tiempo del Milagro. A pesar de no haberse recuperado completamente de las pérdidas que dejó el incendio en el predio central, los puesteros del tradicional paseo comercial decidieron abrir sus puertas y corazones para acompañar a los peregrinos que, año tras año, llegan a los pies del Señor y de la Virgen.
Como parte de la organización, el domingo 14 de septiembre se instalará un punto de hidratación en Pasaje Miramar 433, donde los caminantes podrán reponer energías antes de llegar al centro de la ciudad. Además, se confirmó que el lunes 15 el Anexo del Mercado, ubicado en las calles Córdoba y Buenos Aires, ofrecerá un almuerzo especial para cientos de fieles. Por este motivo, los dos edificios del mercado permanecerán cerrados al público durante esa jornada.
La comida está prevista para el mediodía y consistirá en pastas con salsa, bebidas y frutas de postre, pensada para que los peregrinos puedan alimentarse, descansar y luego sumarse a la procesión central.
Hasta el momento, ya se confirmó la llegada de alrededor de 160 peregrinos de Cachi, 60 bici peregrinos de San Antonio de los Cobres, casi 200 ciclistas de Pichanal y 45 voluntarios de la Brigada de Rescate Malvinas Argentinas, entre otros grupos que arribarán a la capital salteña en los días previos a la fiesta patronal.
La asistencia de los puesteros no se limita a la comida: también preparan un recibimiento cálido, con el objetivo de que los caminantes se sientan contenidos tras días de esfuerzo en la ruta. “Cada año recibimos a los peregrinos como si fueran de la familia, porque su fe y sacrificio nos conmueven”, expresaron desde la organización.
Cabe recordar que la atención en el predio de Pasaje Miramar 433 continuará en horario corrido de 8 a 21.30 hasta el domingo 14, al igual que en la sede de avenida San Martín. Luego, el lunes, todo el esfuerzo estará volcado a recibir a los fieles que llegarán con su fe intacta al encuentro más grande de los salteños.
Con gestos como este, el Mercado San Miguel renueva su vínculo histórico con el pueblo y con la festividad del Milagro, reafirmando que la solidaridad es también parte esencial de la tradición.
