Estados Unidos dio una señal concreta de respaldo al gobierno de Javier Milei con el anuncio de un paquete de medidas financieras que apunta a estabilizar la economía argentina y contener la incertidumbre de los mercados. El encargado de detallar el plan fue el secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien aseguró que la administración de Donald Trump trabajará en estrecha coordinación con la Casa Rosada para reforzar las reservas, sostener los precios de la deuda y facilitar nuevas inversiones extranjeras.
La comunicación oficial llegó pocos días después de la reunión bilateral entre Trump y Milei, y se interpreta como un espaldarazo político y económico en un momento delicado para el oficialismo, que encara las elecciones legislativas de octubre en medio de tensiones cambiarias y una caída sostenida de los bonos argentinos.
El mensaje estuvo dirigido, principalmente, a los inversores y bonistas que habían comenzado a desprenderse de la deuda argentina, lo que llevó al riesgo país a superar los 1500 puntos. “Inmediatamente después de la elección empezaremos a trabajar con el gobierno argentino sobre los pagos de capital”, señaló Bessent al presentar los lineamientos del plan.
El paquete de asistencia contempla cinco ejes principales:
1. Swap de monedas por US$20.000 millones
El Tesoro de EE.UU. negocia con el Banco Central argentino una línea de swap de hasta 20.000 millones de dólares, lo que reforzaría de manera significativa las reservas internacionales y otorgaría mayor margen de maniobra para enfrentar la volatilidad cambiaria. Si bien en la Argentina no hubo declaraciones oficiales sobre esta operación, la posibilidad de contar con ese respaldo se interpreta como un alivio frente a la presión sobre el dólar.
2. Compra de bonos argentinos
Washington anunció su disposición a adquirir títulos de deuda en dólares emitidos por la Argentina. Esta medida se aplicaría tanto en el mercado primario como en el secundario, lo que permitiría sostener los precios de los bonos y generar confianza en los inversores. Tras conocerse esta intención, el riesgo país comenzó a descender y los papeles argentinos registraron un repunte.
3. Crédito directo de emergencia
Otro de los instrumentos será el acceso a una línea de crédito a través del Fondo de Estabilización Cambiaria (ESF, por sus siglas en inglés). Este mecanismo, creado tras la crisis de 1930, brinda financiamiento de corto plazo a países con problemas de liquidez, mediante préstamos o intervenciones en los mercados cambiarios. Para la Argentina, representaría una vía de financiamiento rápido en caso de nuevas tensiones financieras.
4. Cambios fiscales para las exportaciones
El Tesoro norteamericano marcó su disconformidad con la reducción a cero de los derechos de exportación vigente hasta fines de octubre. Según Bessent, esa medida distorsiona el mercado y favorece la dolarización de los productores de materias primas, lo que podría generar mayor presión sobre el tipo de cambio. Por ello, se adelantó que se trabaja junto al Gobierno argentino para dar por terminada esa exención impositiva.
5. Inversiones extranjeras condicionadas
El funcionario estadounidense destacó que mantiene conversaciones con empresas norteamericanas interesadas en desembolsar inversiones significativas en distintos sectores de la economía argentina. Sin embargo, aclaró que esos proyectos dependen de un resultado electoral favorable al oficialismo, lo que pone de relieve el componente político de este respaldo financiero.
Con estas definiciones, la administración Trump busca enviar una doble señal: hacia el mercado, mostrando que la Argentina contará con respaldo externo para afrontar los próximos meses, y hacia la política local, con un apoyo explícito a la gestión de Milei en la antesala de unos comicios clave para el rumbo del país.
La expectativa ahora pasa por conocer los tiempos concretos de implementación de cada medida, ya que la mayoría de los anuncios aún se encuentra en etapa de negociación. No obstante, el simple hecho de que el Tesoro estadounidense se comprometa con un paquete de asistencia de esta magnitud ya tuvo impacto en los mercados, donde comenzó a sentirse un respiro tras semanas de inestabilidad.
El Gobierno argentino celebra este respaldo como un aval internacional a su plan de estabilización, aunque también asume el desafío de llegar a octubre con señales de recuperación y con el respaldo político necesario para avanzar en las reformas prometidas.