La fe volvió a movilizar a miles de personas este fin de semana con una nueva edición de la Peregrinación Juvenil a Luján, una tradición que desde 1975 se convirtió en uno de los encuentros religiosos más multitudinarios de la Argentina.
Bajo el lema “Madre, danos amor para caminar con esperanza”, jóvenes, familias y adultos de todo el país emprendieron la caminata de 60 kilómetros que une el barrio porteño de Liniers con la Basílica de Nuestra Señora de Luján, patrona nacional.
El inicio tuvo lugar el sábado a las 10 de la mañana frente al Santuario de San Cayetano, en Liniers. Desde allí, una multitud avanzó por las calles del conurbano bonaerense atravesando Morón, Merlo, Moreno y General Rodríguez hasta llegar a la Ruta Nacional 7 rumbo a Luján.
Como cada año, miles de peregrinos se sumaron desde distintos puntos del recorrido. Algunos partieron desde estaciones de tren cercanas, otros desde sus parroquias o comunidades. Para muchos, la caminata es una promesa, un agradecimiento o simplemente una forma de renovar la fe.
El operativo de seguridad y asistencia volvió a ser clave ante la magnitud de la convocatoria. El Gobierno bonaerense desplegó equipos de salud, voluntarios y efectivos policiales a lo largo del trayecto para garantizar la atención de los caminantes. En total, se montaron 58 puestos sanitarios gratuitos, 14 puntos de descanso con hidratación y alimentos, y cuatro hospitales móviles con ambulancias y personal médico disponible las 24 horas.
También se instalaron camiones cisterna con agua potable, baños químicos, puestos de reciclado y acompañamiento especial para menores. En paralelo, unos 1.400 policías y más de 200 móviles se encargaron de ordenar el tránsito y brindar seguridad durante toda la marcha.
El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) funciona en la Universidad Nacional de Luján, donde se centralizan las acciones de salud, transporte y comunicación. Las celebraciones religiosas se desarrollan tanto dentro de la Basílica como en la Plaza General Belgrano, frente al santuario.
El cronograma litúrgico comenzó el sábado con misas a lo largo del día y se extiende hasta el domingo, con oficios cada 90 minutos para acompañar la llegada de los caminantes. La misa central, presidida por el Arzobispo de Buenos Aires, marca el cierre de la jornada y la bendición final para los peregrinos.
En materia de transporte, el Tren Sarmiento reforzó sus servicios entre Once, Moreno y Mercedes para facilitar el traslado de quienes no completan el recorrido a pie. Desde la organización se recomienda planificar el viaje con antelación debido a los desvíos de tránsito y cortes temporales en calles y rutas.
La caminata a Luján es mucho más que una manifestación religiosa: es un gesto colectivo que combina devoción, esfuerzo y esperanza. Lo que empezó en 1975 con un grupo de jóvenes se transformó en una tradición que trasciende generaciones y fronteras.
Cada primer fin de semana de octubre, miles de personas vuelven a ponerse en camino con una misma convicción: llegar a los pies de la Virgen de Luján para agradecer, pedir y renovar la fe. En un tiempo de incertidumbre, la peregrinación se mantiene como un símbolo de unión y espiritualidad que moviliza al país entero.