En las próximas semanas comenzarán las tareas para la instalación de un semáforo peatonal y la construcción de una dársena para colectivos sobre avenida Banchick, en la zona sur de la ciudad de Salta. La intervención se realizará frente al Templo de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, un edificio religioso inaugurado hace apenas un año y que, desde su apertura, provocó un marcado aumento en el tránsito peatonal del sector.
La iniciativa fue aprobada recientemente por la Municipalidad de Salta, que mediante resolución oficial dio luz verde a la empresa SOLID MD S.R.L. para avanzar con el proyecto. Según se informó, la obra no implicará costos para el Estado municipal, ya que será financiada íntegramente por la firma privada.
La decisión responde a la necesidad de mejorar las condiciones de seguridad vial en un punto cada vez más transitado tanto por vehículos particulares como por peatones y unidades del transporte público. El cruce por avenida Banchick se tornó riesgoso en los últimos meses, especialmente durante los fines de semana y días de culto religioso, cuando decenas de personas deben atravesar la arteria para llegar a las paradas ubicadas sobre la colectora o retornar desde allí hacia el templo.
El nuevo sistema semafórico funcionará bajo demanda, es decir, que será activado por los peatones cuando necesiten cruzar. Estará programado para habilitar dos fases distintas de paso: una que permitirá el cruce completo de la avenida, y otra que solo autorizará el paso sobre la colectora, dependiendo del flujo detectado y del momento del día.
Además del semáforo, se construirá una dársena de 70 metros de longitud destinada al ascenso y descenso de pasajeros. La estructura incluirá tres tramos bien definidos: una zona de desaceleración para que los colectivos puedan frenar sin interrumpir el tránsito general, un sector de estacionamiento en paralelo para permitir la subida y bajada segura de usuarios, y un carril de aceleración para facilitar la reincorporación de los vehículos al flujo vehicular.
La obra contempla también una vereda de 1,50 metros de ancho a lo largo de toda la dársena, pensada para garantizar una circulación peatonal cómoda y segura. El pavimento será de hormigón H-30 con base granular, diseñado para resistir el paso constante de unidades de gran porte y asegurar una vida útil de al menos dos décadas, incluso en condiciones climáticas exigentes como las que suele presentar el sur salteño.
Desde la Secretaría de Movilidad Ciudadana y la Secretaría de Obras Públicas se realizaron los estudios técnicos correspondientes, evaluando tanto la viabilidad del proyecto como su impacto sobre el entorno urbano. Los informes fueron concluyentes: la propuesta cumple con los estándares nacionales en materia de seguridad vial, accesibilidad y operatividad.
La señalización vertical y horizontal que se aplicará estará alineada con los criterios establecidos por la Dirección Nacional de Vialidad y la Ley Nacional de Tránsito N° 24.449. Esto incluye la colocación de carteles informativos, pintura de líneas y zonas de espera, y la instalación de dispositivos que garanticen una correcta visibilidad durante la noche y en días de lluvia.
Uno de los aspectos más valorados del proyecto es que no generará erogaciones para las arcas municipales. La empresa privada se hará cargo del financiamiento total, mientras que la supervisión de las obras estará bajo la responsabilidad de inspectores de la Secretaría de Obras Públicas. Esta modalidad, que articula lo público y lo privado, permite avanzar en mejoras de infraestructura sin comprometer recursos que pueden ser destinados a otras áreas críticas.
La intervención se enmarca en un plan más amplio de ordenamiento urbano que busca optimizar el tránsito en distintas zonas de la capital salteña. En particular, el sur de la ciudad ha registrado un crecimiento sostenido en los últimos años, tanto en cantidad de habitantes como en desarrollo de espacios comunitarios y religiosos, lo cual exige una respuesta acorde en términos de movilidad.
Con la aprobación formal ya emitida, se espera que los trabajos arranquen en las próximas semanas, siguiendo los pliegos técnicos establecidos en la resolución. El tiempo estimado de ejecución dependerá de las condiciones climáticas y de la disponibilidad de materiales, aunque se prevé que el avance será rápido dada la experiencia de la empresa a cargo.
El cruce frente al templo mormón se convertirá, de este modo, en un punto clave para evaluar cómo impacta la tecnología semafórica por demanda en el comportamiento vial salteño, y si esta modalidad puede replicarse en otros sectores con características similares. Mientras tanto, desde el municipio aseguran que seguirán monitoreando la situación y recabando datos una vez que el sistema entre en funcionamiento.