El jury de enjuiciamiento contra la jueza Julieta Makintach sumó nuevas tensiones este lunes, luego de que el juez Maximiliano Savarino afirmara que su colega engañó al tribunal durante el juicio por la muerte de Diego Maradona. Según su testimonio, la magistrada permitió la filmación de un documental mientras el proceso judicial seguía en curso.
Savarino, integrante del Tribunal Oral en lo Criminal N.º 3 de San Isidro junto a Makintach, calificó el episodio como “un hecho sin precedentes” en la historia judicial argentina. Sostuvo que su compañera había asegurado que las cámaras que la seguían eran parte de un proyecto personal, pero tiempo después se comprobó que el material formaba parte del documental Justicia Divina.
El juez explicó que la situación generó un quiebre dentro del tribunal y llevó a suspender el juicio oral. Recordó que existían estrictas normas que prohibían cualquier tipo de registro audiovisual, con carteles visibles que indicaban “Prohibido filmar”. Aun así, se descubrió que un camarógrafo vinculado a Makintach había grabado imágenes del debate.
“Nosotros habíamos dado la orden de que no trascendiera nada del material del juicio. Había fotos de la autopsia y pruebas reservadas”, señaló Savarino, quien aseguró haber informado la irregularidad a la Suprema Corte bonaerense.
La magistrada enfrenta cargos por mal desempeño, cohecho pasivo, abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionaria pública. Según la acusación, su conducta habría comprometido la ética y la imparcialidad judicial.
El tribunal que lleva adelante el proceso está presidido por Hilda Kogan, titular de la Suprema Corte bonaerense, e integrado por legisladores y abogados del foro provincial. A lo largo de la semana continuarán las audiencias con declaraciones de testigos, entre ellos Jana Maradona, y de varios profesionales que participaron del juicio original.
El caso tomó relevancia nacional y despertó repercusiones también en Salta, donde referentes judiciales analizan el impacto que episodios de este tipo pueden tener sobre la confianza pública en la Justicia. La participación de una jueza en una producción audiovisual mientras tramitaba una causa de alto perfil abrió un debate sobre los límites entre transparencia, exposición mediática y deber institucional.
El Jurado de Enjuiciamiento deberá resolver en los próximos días si corresponde la destitución definitiva de Makintach. Cualquiera sea el resultado, el caso ya dejó una fuerte marca en el sistema judicial argentino y encendió una discusión que atraviesa todos los fueros del país, incluido el salteño.