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UNA TERNURA

Mini, la sargento ayudante que conquistó Molinos en el desfile del 9 de Julio

En el corazón de los Valles Calchaquíes, durante los actos por el Día de la Independencia, una compañera muy especial se ganó el cariño de todos.

Mini, la sargento ayudante que conquistó Molinos en el desfile del 9 de Julio

Entre el ruido de los bombos, las banderas celeste y blanca flameando y la algarabía de la gente, hubo una protagonista que llamó la atención de grandes y chicos. No era un oficial ni un niño abanderado, sino una compañera peluda: Mini, la perra de la Comisaría 2 de Molinos.

Hace años que Mini forma parte de la familia policial local. Adoptada por los agentes que la cuidaron y le dieron un hogar, lleva orgullosa un chaleco con la insignia de sargento ayudante, un rango simbólico que reconoce su importancia en la fuerza. También la llaman "Chiqui", y no hay quien no la salude o le regale una caricia cuando la ven patrullar por las calles.

El comunicador local Gustavo Guaymás contó que Mini responde a sus dos nombres con la misma energía con la que recorre el pueblo, duerme la siesta en la puerta de la comisaría o se suma a las formaciones diarias. Pero el 9 de Julio tuvo un papel distinto: fue parte del desfile, marchando junto a sus compañeros policías y acompañando a la bandera como cualquier otro efectivo.

Una imagen que emocionó al pueblo

Desde las veredas, la gente no podía creer lo que veía. Los aplausos brotaron espontáneos. Los chicos reían y algunos le tiraban besos, mientras los adultos sacaban fotos para guardar ese momento. Mini, serena y segura, caminaba firme y tranquila, como sabiendo que cumplía una misión especial.

Más que una mascota, su presencia fue un símbolo de inclusión y compañerismo. Para la comunidad de Molinos, Mini representa el cariño, la fidelidad y el respeto que los policías tienen hacia todos los habitantes, sean humanos o peludos.

Los vecinos no dudan en destacar el lugar que Mini tiene en la institución: "No es cualquier perra, es parte de la comisaría, y todos la quieren un montón", comentan. Y no es para menos: con su chaleco y su paso decidido, Mini se robó el corazón de Molinos y demostró que en esos Valles Calchaquíes hay espacio para todos, incluso para una sargento de cuatro patas.


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