En pleno diciembre, cuando uno espera asados al aire libre y temperaturas que invitan a la pileta, la Puna salteña decidió regalar una sorpresa de las que no se ven todos los días.
San Antonio de los Cobres, allá arriba a más de 3.700 metros de altura, amaneció cubierto por un manto blanco de nieve que dejó boquiabiertos a locales y visitantes. Las calles, los cerros y hasta los techos se tiñeron de un blanco puro, como si estuviéramos en el corazón del invierno. Y lo mejor: los pibes no perdieron tiempo y salieron a armar muñequitos de nieve, jugando como si fuera julio, en una escena que rápidamente se volvió viral en las redes.
Mientras en la ciudad de Salta y los valles cercanos la Navidad transcurrió con lloviznas intermitentes y un clima más bien veraniego, en el departamento Los Andes la cosa fue distinta. El frío intenso se combinó con la humedad justa para que cayeran copos gruesos y pesados, de esos que se pegan fácil y permiten moldear bolas perfectas. Los chicos del pueblo aprovecharon al máximo: entre risas y manos congeladas, armaron sus muñecos de hielo en patios y veredas, convirtiendo la sorpresa climática en un juego inolvidable.
¡Nieve en #Navidad!
— Diario Agenda Salta (@AgendaSalta) December 26, 2025
San Antonio de los Cobres se cubrió de blanco
Mientras #Salta capital pasó una Navidad con lloviznas y calor típico del verano, en la altura de la Puna el frío sorprendió con una intensa nevada https://t.co/MvzpCCfSFm pic.twitter.com/nNeUYtrCOV
Para que pase algo así, hace falta una receta precisa: temperaturas bajo cero en toda la atmósfera y suficiente humedad en el aire. El vapor se congela en cristales que caen como copos y llegan al suelo sin derretirse. En esta ocasión, la nieve salió bien húmeda y compacta, ideal para jugar, algo que no siempre ocurre incluso en las nevadas típicas de la región. Los turistas que andaban por el Tren a las Nubes o recorriendo las salinas quedaron fascinados con el contraste: un verano argentino con toque invernal.
La verdad es que en la Puna el clima siempre tiene sus caprichos, y esta nevada en diciembre lo demuestra una vez más. Mientras muchos salteños brindaban bajo la lluvia fina en la capital, allá arriba el termómetro marcaba frío de verdad y el paisaje parecía sacado de una tarjeta navideña europea. Los vecinos comentaban que no es la primera vez, pero igual genera esa emoción de lo inesperado.
Para los próximos días, en San Antonio de los Cobres y el departamento Los Andes se esperan posibles tormentas, con máximas alrededor de los 18 grados y mínimas que bajan a 3. Nada indica otra nevada inmediata, pero en la altura, nunca se sabe. Lo cierto es que esta Navidad quedará en la memoria de muchos como la del blanco inesperado en pleno verano salteño.