Las intensas lluvias registradas en los últimos días en los Valles Calchaquíes generaron serias complicaciones en la ruta nacional 68, uno de los corredores turísticos y productivos más importantes de la provincia de Salta. Derrumbes, caída de piedras y arrastre de material aluvional obligaron a desplegar un operativo de emergencia para garantizar la seguridad de quienes transitan hacia Cafayate y localidades vecinas.
Los mayores inconvenientes se registraron en la zona de la Quebrada de las Conchas, un tramo caracterizado por su geografía imponente, pero también por su vulnerabilidad ante fenómenos climáticos intensos. En particular, los problemas se concentraron entre Talapampa y Cafayate, con afectaciones más severas entre los kilómetros 20 y 78, donde la acumulación de barro, rocas y sedimentos redujo la calzada y complicó la circulación vehicular.
Ante esta situación, personal de Vialidad Nacional con asiento en Salta inició tareas de despeje de manera ininterrumpida desde el martes 24 de diciembre, víspera de Navidad, y continuó trabajando durante toda la jornada del miércoles 25. El operativo incluyó el uso de maquinaria pesada para remover el material acumulado y asegurar condiciones mínimas de transitabilidad en uno de los caminos más transitados durante la temporada de verano.
Gracias a estos trabajos, se logró restablecer el tránsito por media calzada para todo tipo de vehículos, lo que permitió reanudar la circulación, aunque bajo estrictas medidas de precaución. La habilitación parcial representa un alivio tanto para residentes como para turistas que se desplazan hacia Cafayate, una de las principales ciudades turísticas de los Valles Calchaquíes, especialmente en esta época del año.
Sin embargo, desde el organismo vial advirtieron que las tareas continúan y que la normalización total de la ruta dependerá de la evolución de las condiciones climáticas. Durante la jornada de hoy, las máquinas siguen operando en distintos puntos críticos, retirando restos de derrumbes y material aluvional que continúa descendiendo desde las laderas, producto de la humedad acumulada en los cerros.
La ruta nacional 68 es un eje clave para el turismo en Salta, ya que conecta la capital provincial con Cafayate y atraviesa paisajes emblemáticos como la Quebrada de las Conchas, visitada a diario por turistas de todo el país y del exterior. Por este motivo, cualquier inconveniente en su trazado genera un impacto inmediato no solo en el tránsito, sino también en la actividad económica de la región.
Desde Vialidad Nacional remarcaron que, si bien la circulación está permitida, es fundamental extremar las medidas de seguridad. Se recomienda transitar a baja velocidad, respetar las señales y las indicaciones del personal que trabaja en la zona, y mantener una distancia prudente entre vehículos. Además, se solicita especial atención en sectores con curvas cerradas, sombras y posibles desprendimientos de piedras.
Las lluvias de verano suelen generar este tipo de complicaciones en rutas de montaña, y la RN 68 no es la excepción. En cada temporada estival, los derrumbes y el arrastre de sedimentos se convierten en un riesgo latente, especialmente cuando las precipitaciones son intensas y persistentes, como ocurrió en los últimos días en los Valles Calchaquíes.
Conductores que circularon por el sector afectado señalaron que, si bien el paso está habilitado, hay tramos donde la calzada permanece reducida y el asfalto se encuentra cubierto de barro y piedras sueltas. Por eso, se insiste en evitar maniobras bruscas y en no detenerse en zonas no habilitadas, ya que pueden producirse nuevos desprendimientos de manera repentina.
En este contexto, también se recomienda a quienes tengan previsto viajar a Cafayate o regresar hacia la ciudad de Salta consultar el estado de la ruta antes de emprender el viaje y, en la medida de lo posible, hacerlo durante el día, cuando la visibilidad es mayor y los equipos de emergencia se encuentran operativos en la zona.
El operativo de despeje continuará activo mientras persistan las condiciones de inestabilidad en el terreno. Las autoridades viales no descartan que, ante nuevas lluvias, puedan registrarse demoras o restricciones adicionales, por lo que el llamado es a la prudencia y a la paciencia al volante.
La situación en la RN 68 vuelve a poner en evidencia la importancia de la prevención y del mantenimiento constante de las rutas que atraviesan zonas montañosas en Salta. Si bien el trabajo de despeje permitió evitar un corte total prolongado, la combinación de lluvias intensas y geografía compleja exige una atención permanente para reducir riesgos y garantizar la seguridad vial.
Mientras tanto, Cafayate y las localidades del sur de los Valles Calchaquíes continúan recibiendo visitantes, aunque con un movimiento condicionado por el estado del camino. El turismo, uno de los motores económicos de la región, sigue activo, pero con la advertencia clara de circular con responsabilidad.