En lo que va del 2025, Salta ya contabiliza 9 femicidios, según el último informe del Observatorio de Violencia contra las Mujeres (OVcM). La cifra, que abarca solo los primeros nueve meses del año, vuelve a poner en foco una problemática que no afloja en la provincia.
Cuatro de los casos ocurrieron en la ciudad de Salta, mientras que los otros se repartieron entre Cafayate (2), Metán, Rivadavia y General José de San Martín. El patrón se repite: el 80% de los femicidios fueron cometidos por la pareja actual de la víctima, y el 20% por una ex pareja.
También se repiten los escenarios. Tres de los asesinatos ocurrieron dentro del hogar, dos en la vía pública y el resto en contextos aún bajo investigación. La mayoría de los femicidas actuó con violencia física, sin uso de armas, lo que marca la brutalidad directa de los ataques.
Las edades de las mujeres asesinadas iban desde los 18 hasta más de 50 años. Al menos dos eran madres y dejaron hijos a cargo de familiares, una consecuencia dolorosa que persiste más allá del hecho violento.
El observatorio también informó que, en total, se investigan 13 muertes violentas o dudosas de mujeres en lo que va del año. De esas, nueve ya fueron clasificadas como femicidios, mientras que el resto continúa en proceso judicial.
Salta continúa entre las provincias argentinas con mayores índices de violencia de género en proporción a su población. En zonas del interior, la falta de acceso a redes de contención, la distancia con los centros urbanos y la ausencia de políticas efectivas complican aún más la situación.
Los números duelen, pero también exigen respuestas urgentes. La sociedad salteña, marcada por cada una de estas pérdidas, espera medidas concretas y una verdadera voluntad política para frenar la violencia de género. Porque detrás de cada cifra, hay una mujer que ya no está.