Trabajadores y trabajadoras de casa particulares se encuentran en estado de alerta y preocupación por la degradación del desarrollo de la actividad, señalan malos tratos y explotación laboral. Además, claro está, a pesar de ser uno de los trabajos más sacrificados que existe, es también la actividad en donde se reconocen mayores situaciones de abusos.
María Del Carmen Díaz, vocera de trabajadoras de casas particulares, indicó a Agenda/Salta que muchas de sus compañeras, durante la pandemia, se quedaron sin trabajo y que por la edad -han trabajado 20 años- y no se las ha vuelto a llamar.
"Para la sociedad, algunas compañeras de 40 para arriba ya son grandes, entonces, a ellas el empleador no las podía echar. Pero durante pandemia les vino como anillo al dedo la oportunidad para echarlas", aclaró.
El precio por hora de las trabajadoras de casas particulares es $370, eso es lo que dictamina el Ministerio de Trabajo, pero: "es muy poquito lo que se paga, tomando en cuenta que las provincias, como en Salta, Tucumán, está por debajo de la línea del salario, muchos pagan menos de lo que dice el Ministerio de Trabajo", enfatizó.
Díaz explicó que muchas veces se pierde el trabajo o que después las tienen como multiuso. "Te hacen pasear al perro, jardinería y un montón de otras cosas que no corresponden, es parte de la explotación laboral que hacen algunos empleadores", acusó.
Una trabajadora, actualmente, no llega a los $40.000 por mes. "Hay que ver el presupuesto, porque algunas alquilan, no tienen casa, más las mamás que tienen chicos", finalizó.