El viernes 12 de septiembre, Thiago Medina sufrió un grave accidente en moto cuando se dirigía a la casa de su expareja, Daniela Celis. Desde entonces, permanece internado en terapia intensiva en el Hospital Mariano y Luciano de la Vega de Moreno, con un estado de salud delicado y un pronóstico que sigue siendo reservado.
Daniela, madre de las gemelas Laia y Aimé, volvió a recurrir a sus redes sociales para informar sobre la evolución del joven. “Thiago está cursando un episodio de injuria pulmonar y continúa bajo cobertura antibiótica”, escribió. A pesar de la complejidad del cuadro, ya no requiere medicación para sostener la presión arterial y logró superar una atelectasia pulmonar con tratamiento kinesiológico.
Sin embargo, el estado general sigue siendo crítico. Por eso, la influencer pidió a sus seguidores que mantengan la cadena de oración y envíen fuerzas en este difícil momento.
Además de la preocupación por la salud de Medina, Daniela enfrenta otra realidad igual de compleja: sostener emocionalmente a sus hijas pequeñas mientras intenta mantenerse en pie. En mensajes difundidos públicamente, relató el impacto que le está generando esta situación. “Es muy difícil dormir, comer, seguir con la rutina. El cuerpo también empieza a hablar”, expresó.
Con una sinceridad que conmovió a sus seguidores, contó que tuvo que detener por completo su actividad laboral para enfocarse en el cuidado de las nenas. “Paré todo. Trabajo, vida personal, todo. Necesitaban mi contención más que nunca”, aseguró. Aunque sabe que en algún momento deberá retomar su vida profesional, hoy su prioridad es el bienestar emocional de sus hijas.
Cada regreso a casa, dice, es un esfuerzo por mostrarles una sonrisa, aunque por dentro todo duela. "No puedo tirarme a llorar, aunque lo necesite. Tengo que estar fuerte por ellas", explicó.
La situación también plantea un desafío económico, ya que su trabajo es el único sustento del hogar. Aun así, Celis se muestra firme en su decisión de priorizar la salud emocional de las niñas, al menos mientras el panorama siga siendo tan incierto.
El caso de Thiago generó una fuerte repercusión entre sus seguidores y en el entorno de quienes lo conocieron por su paso por la televisión. En Salta y otras provincias, muchas personas expresaron su apoyo con mensajes de aliento, demostrando que el afecto trasciende las pantallas.
Daniela, en tanto, sigue compartiendo partes médicos y fragmentos de su intimidad como forma de canalizar el dolor y también de encontrar apoyo colectivo. En medio de la angustia, su rol como madre se vuelve su ancla, su motor y su refugio. “Es lo que me tocó vivir”, repite. Y lo enfrenta con entereza, aunque duela.
