Marcela Morinigo, la vecina que realizó la denuncia, relató los hechos y expresó su sorpresa ante esta situación de maltrato infantil que se da en este lugar al que asisten a menores de edad provenientes de familias carentes de recursos. El hogar en cuestión se llama Casita Feliz, depende de la Secretaría de Primera infancia y se encuentra ubicado en calle Los Pinos, del barrio Tres Cerritos. Según Morinigo, hace unos meses hubo un cambio de personal debido a denuncias previas de maltrato. Sin embargo, recientemente se ha vuelto a denunciar nuevas situaciones de violencia hacia los niños que residen allí.
Morinigo, en charla con Agenda/Salta, comentó que más de una vez ha escuchado llantos y gritos de los niños desde su casa, ubicada cerca del hogar. Incluso su hijo grabó algunos audios donde se pueden escuchar los llantos de las criaturas. Según su testimonio, en una ocasión los niños salieron al patio de la terraza desabrigados a altas horas de la madrugada.
Además del maltrato físico, Morinigo mencionó que a los chicos les cortan la luz como forma de “contención” cuando están en crisis emocional. Esta práctica ha sido corroborada por declaraciones del secretario de la niñez, quien admitió que se apaga la luz para calmar a los niños en situaciones de crisis.
Según la vecina, aproximadamente diez niños de entre cuatro y diez años residen en el hogar. Morinigo cuestionó la falta de personal capacitado para atenderlos como se debe y señaló que pareciera que se contrata a personas sin experiencia ni conocimientos en el cuidado de niños en situación de vulnerabilidad.
Ante la denuncia, la policía llegó al lugar y permitió el ingreso de un agente para hablar con los niños. Sin embargo, Morinigo afirmó que las autoridades intentaron evitar la presencia de los vecinos y tapar la situación. Además, denunció que el supuesto médico legal que debía asistir para constatar el estado de los menores, no se presentó en el hogar a la hora acordada.
La situación ha generado indignación en la vecindad de Tres Cerritos, y se espera una pronta respuesta de las autoridades competentes. Morinigo aseguró que no se cansará de tocar la puerta del hogar y que continuará denunciando cualquier maltrato que presencie.
