En una entrevista reciente con El Marplatense, el cantante Abel Pintos compartió reflexiones profundas sobre su vínculo con la música, su admiración por artistas como León Gieco y su forma de mantenerse al margen de las controversias que suelen rodear al mundo del espectáculo y la política. Con la serenidad que lo caracteriza, Pintos dejó en claro que su camino artístico está guiado por la introspección, el respeto y una firme decisión de no dejarse arrastrar por discursos virulentos.
Cuando le preguntaron si León Gieco era su “espejo de artista”, Abel respondió con honestidad: “No necesariamente. Lo admiro mucho y me parece que tuvo una carrera muy respetada. No, son referencias, un gran referente como lo sigue siendo Gustavo Cerati, como Mercedes [Sosa], el propio Andrés Calamaro. Pero la verdad es que de la misma manera que nunca idealicé mi futuro en la música, tampoco idealicé a ningún músico”.
Esta declaración revela una postura madura y desmitificadora. Para Pintos, los grandes artistas son faros, no moldes. Su camino no está trazado por la imitación, sino por la autenticidad. Reconoce el valor de quienes lo precedieron, pero no los convierte en ídolos inalcanzables. En su universo creativo, cada influencia es una chispa, no una guía absoluta.
En tiempos donde los discursos públicos se tornan cada vez más agresivos y polarizados, Abel Pintos elige el silencio reflexivo como forma de resistencia. Ante la pregunta sobre cómo logra mantenerse en una línea sin caer en la “bola de virulencia”, respondió: “Eso tiene que ver más con mi personalidad que con buscar cómo convivir con ello. En general y principalmente en la intimidad, no soy un tipo que opine mucho, ni la verdad es que tampoco me ocupa tanto tiempo la opinión en general. Me gusta más enfocarme en las cosas que me interesan y sobre las cosas que me interesan me gusta más pensar qué puedo hacer al respecto. Ni siquiera me interesa tanto opinar al respecto de las cosas que me interesan”.
Su respuesta es reveladora. Pintos no se define por lo que dice, sino por lo que hace. Prefiere la acción silenciosa a la opinión ruidosa. En un contexto donde muchos artistas se ven presionados a tomar postura, él elige el camino de la introspección y la coherencia personal.
