La noche del martes se tornó agitada para Morena Rial, quien volvió a estar en el centro de la polémica tras ser detenida en un control vehicular sobre la Avenida General Paz, a la altura del barrio porteño de Villa Lugano. La mediática, hija del periodista Jorge Rial, circulaba a alta velocidad junto a su amiga Rosmary en un vehículo que, además, no contaba con la documentación correspondiente para transitar legalmente.
El operativo se llevó a cabo cuando agentes de tránsito interceptaron tres autos que se desplazaban a gran velocidad, lo que despertó sospechas de una posible picada. Al detenerlos en la banquina, los oficiales solicitaron los papeles del vehículo, y fue entonces cuando se descubrió que ni Morena ni Rosmary, propietaria del auto, tenían el seguro del coche a mano. Aunque el documento puede presentarse de forma digital, en este caso se optó por llevarlo impreso, lo que generó una espera de más de dos horas hasta que alguien lo acercó al lugar.
Este episodio se suma a una serie de situaciones judiciales que han involucrado a la joven en los últimos meses. En enero, Morena fue arrestada por su presunta participación en un “escruche”, es decir, un robo a una vivienda sin moradores, junto a otras personas. Estos antecedentes, sumados al incidente en la General Paz, alimentan las especulaciones sobre el rumbo que está tomando su vida pública y privada.
Durante el programa LAM, el panelista Ángel de Brito deslizó una frase que dejó entrever que podría haber algo más detrás del episodio: “Acá pasó algo más turbio”. Aunque no se dieron detalles adicionales, el comentario encendió las alarmas y abrió la puerta a nuevas conjeturas sobre lo ocurrido esa noche.
