Florencia Peña volvió al centro de la escena tras denunciar que fue amenazada en la red social X (ex Twitter) con la publicación de un supuesto video íntimo en el que se la vincularía con el expresidente Alberto Fernández. La actriz radicó una denuncia formal ante la Justicia, que ya tomó intervención y avanza con medidas urgentes.
El perfil anónimo que la hostigó utilizó menciones directas y hashtags para difundir la amenaza. Ante esto, la causa quedó en manos de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas N°29, que ordenó el resguardo de las publicaciones y los datos de la cuenta por un plazo de 90 días, según el protocolo de la plataforma para casos judicializados.
El procedimiento fue encabezado por la División de Investigaciones Tecnológicas Especiales, que ya trabaja para identificar al responsable del ataque. El objetivo es determinar si se trató de un intento de extorsión o de una campaña de desprestigio, algo cada vez más frecuente contra figuras públicas.
No es la primera vez que Peña desmiente rumores de este tipo. Ya el año pasado negó con firmeza la existencia de cualquier material íntimo, calificando estas versiones como parte de una campaña misógina y violenta que comenzó tras su visita a la Quinta de Olivos durante la pandemia.
"Es una mentira atroz. No hay ni video ni fotos. Nada", dijo entonces, harta de los ataques en redes sociales. La actriz denunció que fue blanco de críticas solo por haberse reunido con el entonces presidente, mientras que en el debate público se instalaban especulaciones sin pruebas, muchas de ellas con connotaciones machistas.
El nuevo episodio reflota el debate sobre la violencia digital, una problemática que también crece en Salta y afecta especialmente a mujeres. El uso de redes sociales como herramienta para hostigar, intimidar o difundir rumores sin sustento ya no puede ser minimizado.
Desde el entorno de Peña aseguraron que está tranquila, aunque molesta por el impacto de esta situación. La denuncia busca sentar un precedente y dejar en claro que este tipo de amenazas no son un simple comentario en internet, sino delitos que deben ser investigados y sancionados.
Mientras la investigación avanza, la actriz continúa con sus compromisos laborales y eligió hacer frente al hostigamiento con firmeza. Su decisión de acudir a la Justicia se suma a los cada vez más frecuentes reclamos por una regulación real del espacio digital, donde el anonimato no puede ser sinónimo de impunidad.
