Mauro Icardi volvió a ser noticia, pero esta vez no por sus goles ni por sus escándalos mediáticos, sino por un gesto simbólico que muchos interpretaron como el cierre definitivo de una etapa. El futbolista del Galatasaray apareció en una foto publicada por la China Suárez con una franja negra cubriendo los tatuajes que tenía dedicados a Wanda Nara, su exesposa y madre de sus dos hijas.
La imagen, tomada en una terraza de Estambul con vistas al Bósforo, muestra a Icardi abrazando a la actriz con el brazo izquierdo —el mismo que durante años llevó el nombre, las iniciales y el rostro de Wanda— ahora cubierto por un diseño oscuro que oculta por completo los tatuajes anteriores. El gesto fue interpretado por sus seguidores como una señal clara: Mauro decidió borrar a Wanda de su piel y de su vida.
La publicación no fue casual. La China Suárez aparece sonriente, relajada, vestida en tonos oscuros, mientras Icardi la sostiene con una actitud cómplice. La elección de mostrar el brazo modificado en primer plano no pasó desapercibida. En redes sociales, los comentarios se multiplicaron: “Lo único normal que hizo estos meses”, “No sueltan, pero lo hacen público”, “Amamos la foto superdisimulada para que se vea el brazo”, fueron algunas de las reacciones más repetidas.
Este no es el primer intento de Icardi por ocultar los tatuajes de su ex. Días atrás, durante una producción fotográfica para la UEFA Champions League, el delantero ya había generado revuelo al editar digitalmente las imágenes para que no se viera el nombre de Wanda en su antebrazo. Pero esta vez, el gesto fue literal y definitivo.