El regreso de Jésica Cirio a Argentina estuvo marcado por un incómodo momento cuando fue interceptada por un cronista televisivo que le preguntó sobre la situación judicial de su exmarido, Elías Piccirillo. La modelo y conductora, quien había estado en Uruguay, llegó al país encapuchada y acompañada por seguridad privada, intentando evitar cualquier tipo de declaración sobre el escándalo que rodea a Piccirillo.
El empresario Elías Piccirillo fue detenido el pasado 20 de marzo de 2025 en su residencia en Nordelta, acusado de haber armado una causa en contra de Francisco Hauque, plantándole 1,258 kilos de cocaína y un arma en su vehículo. Según la denuncia, esta maniobra habría sido realizada con la complicidad de un grupo de policías, con el objetivo de evitar el pago de una deuda millonaria.
Cirio y Piccirillo se casaron en mayo de 2024, pero la relación terminó días antes de la detención del empresario. Desde entonces, la modelo ha evitado hablar públicamente sobre el caso y ha tomado distancia de la televisión para evitar cuestionamientos sobre las investigaciones que involucran a sus exparejas, incluyendo Martín Insaurralde, padre de su hija Chloe, quien también está siendo investigado por presunto lavado de dinero y enriquecimiento ilícito.
Al ser abordada por el cronista del programa DDM (América TV), Cirio intentó esquivar las preguntas sobre la situación judicial de Piccirillo. Cuando le consultaron sobre su divorcio, respondió de manera evasiva: "Creo que ya salió, no lo sé...". Además, descartó tener miedo de ser investigada por la Justicia en relación con las causas que involucran a sus exparejas.
Durante su recorrido en el aeropuerto, Cirio se mostró con una capucha y gorro, buscando pasar desapercibida y evitar ser reconocida. Su actitud generó especulaciones sobre su posible implicación en el caso de Piccirillo, aunque hasta el momento no hay indicios de que la modelo esté siendo investigada.
