En una charla íntima y sin filtros, Julieta Poggio volvió a sorprender al público al hablar abiertamente sobre su relación amorosa con Fabrizio Maida, con quien está en pareja desde hace un año. La ex participante de Gran Hermano participó del programa Almorzando con Juana (El Trece), donde compartió los detalles de cómo funciona su pareja abierta, un modelo que, según ella, se basa en la confianza, la complicidad y la ausencia de celos.
Durante la entrevista, Poggio explicó que su vínculo con Maida no responde a las normas tradicionales de exclusividad, sino que se construye sobre acuerdos claros y una elección mutua que se renueva día a día. “La primera regla, la principal, es siempre ser la primera persona para el otro. La primera con la que querés estar, la primera con la que querés tener una cita. El día que se pierda eso, es igual que un engaño”, afirmó con convicción.
Uno de los momentos más comentados de la entrevista fue cuando Julieta se refirió a los “permitidos” dentro de su relación. “Si estoy en un evento, puedo dar besitos, pero lo otro ya lo tengo con mi novio, no lo necesito”, dijo con naturalidad, generando sorpresa entre los invitados y el público. Esta regla, lejos de ser una licencia para el descontrol, forma parte de un acuerdo emocional que ambos respetan y que les permite vivir el amor con libertad y sin culpa.
Además, aclaró que prefieren no contarse los detalles de esos “permitidos”, no por ocultamiento, sino para evitar incomodidades. “Tratamos de no contarnos, que el otro no se entere, no porque no se pueda, sino porque siempre duele un poco más”, explicó, reconociendo que la exposición pública también influye en cómo manejan la información dentro de la pareja.
Julieta fue categórica al afirmar que los celos no tienen lugar en su relación. “Lo llevo muy bien, no hay celos. También hay que ser muy seguro. Yo soy muy segura y él también”, sostuvo, destacando que la posibilidad de elegir a cualquier persona y volver a elegirse mutuamente refuerza la confianza en el vínculo.
Para ella, esta forma de amar responde también a una cuestión generacional. “Aprendí a vivirlo de esta manera, y no podría hacerlo distinto”, reflexionó, mientras Juana Viale y otros invitados compartían sus propias visiones sobre el amor y la monogamia.
