En una entrevista íntima y emotiva, Abel Pintos abrió su corazón y habló como pocas veces sobre su rol como padre, especialmente en relación con Guillermina, la hija mayor de su pareja Mora Calabrese, a quien adoptó legalmente cuando tenía 11 años. Hoy, con 17 años, Guillermina forma parte de una familia ensamblada que el cantante construyó con amor, compromiso y también con dudas, como él mismo reconoció.
Durante su participación en el programa de entrevistas de Leo Montero, en el marco de la celebración por sus 30 años de carrera musical, Abel se animó a hablar de su vida personal y familiar, dejando de lado por un momento el escenario y los aplausos. En ese contexto, se refirió a sus tres hijos: Guillermina, Agustín y Rosario, y compartió una reflexión profunda sobre la paternidad.
"No sé si soy el papá que quise ser", confesó con honestidad, al referirse a su vínculo con Guillermina. La frase, lejos de ser una crítica, fue una muestra de la sensibilidad con la que el artista vive su rol como padre. Reconoció que, al tratarse de una hija que no nació de él pero que eligió criar y amar como propia, el proceso implicó desafíos emocionales y personales que lo llevaron a cuestionarse y aprender.
Abel Pintos adoptó legalmente a Guillermina cuando la niña tenía 11 años, en un gesto que marcó un antes y un después en su vida familiar. Desde entonces, ha compartido con ella momentos de crecimiento, acompañamiento y construcción de confianza. En sus redes sociales, suele publicar fotos junto a sus hijos, mostrando una faceta cálida y cercana que contrasta con la figura pública del artista consagrado.
En la entrevista, también habló sobre la importancia de respetar los tiempos de los hijos, de escuchar sin juzgar y de estar presente, incluso cuando las respuestas no son fáciles. “A veces uno quiere ser el papá ideal, pero la realidad te enseña que lo más importante es estar, acompañar y aprender juntos”, expresó.