Aunque su apellido está inevitablemente ligado al folclore argentino, Natalia Pastorutti decidió hace tiempo tomar un rumbo distinto al de su hermana Soledad. Si bien compartieron escenarios, giras y discos durante años, Natalia optó por alejarse progresivamente del mundo artístico para seguir una vocación que la acompañaba desde la infancia: el derecho.
“Estudié porque tengo una personalidad tenaz y cuando digo ‘quiero hacer esto’, no paro hasta que lo consigo”, confesó en una entrevista reciente. Así fue como, tras dejar los escenarios como forma de vida, se dedicó de lleno a estudiar Abogacía. Una vez obtenida su matrícula, no se detuvo: también completó la carrera de Escribanía, cumpliendo un sueño que tenía desde niña. “Mi mamá cuenta que ya de chiquita yo decía: ‘Cuando sea grande quiero ser escribana y ama de casa’”, recordó con orgullo.
Aunque se graduó como abogada, Natalia siempre supo que no quería ejercer en tribunales ni litigar. Su verdadera pasión estaba en la Escribanía, una profesión que le permitía combinar su amor por el orden, la escritura y el vínculo con las personas. Sin embargo, la vida la llevó por otros caminos: vivió un tiempo en Buenos Aires, y luego, al casarse con Andrés Manini, regresó a su Arequito natal, donde hoy lleva una vida tranquila y familiar junto a sus dos hijos, Pascual y Salvador.
Pero su sed de conocimiento no terminó ahí. Además de su formación jurídica, Natalia se animó a estudiar Sociología y también se volcó al aprendizaje de idiomas, especialmente inglés e italiano. Su perfil bajo y su dedicación al estudio la alejaron del foco mediático, aunque nunca cortó del todo su vínculo con la música. De hecho, editó dos discos como solista —Me dejo andar (2007) y Fui yo (2010)— y en ocasiones especiales aún acompaña a Soledad en el escenario.
Hoy, Natalia Pastorutti representa una historia de elección personal, de búsqueda de identidad más allá del apellido y de la fama. Mientras su hermana brilla como jurado en La Voz Argentina y continúa su carrera artística, Natalia construyó una vida basada en el conocimiento, la familia y la realización personal fuera del espectáculo.
Natalia Pastorutti
