El ambiente en el programa LAM se volvió tenso luego de que Ángel de Brito apuntara directamente contra Marixa Balli, una de las panelistas más emblemáticas del ciclo. El conflicto se desató tras la decisión del conductor de elegir a Pepe Ochoa como su reemplazo durante una ausencia por lesión, lo que generó un fuerte malestar en Balli, quien no ocultó su descontento ni en cámara ni fuera de ella.
Según trascendió, Marixa habría manifestado su enojo por no haber sido convocada para ocupar el rol de conductora interina, algo que ya había hecho en otras ocasiones. Su reacción incluyó un cruce con Yanina Latorre, gestos de incomodidad durante el programa y hasta su salida del grupo de WhatsApp que comparten las “angelitas”. La situación escaló rápidamente, y Ángel decidió romper el silencio con declaraciones contundentes: “Marixa es panelista y tiene que aceptar lo que decido yo”, sentenció en una entrevista con Infama.
De Brito explicó que la elección de Ochoa se debió a que “era un día muy picante” y que el productor estaba más al tanto de los temas del día, mientras que Marixa “llega ocho menos cinco y no se le podía explicar todo lo que había pasado”. Además, recordó que en otras oportunidades había elegido a distintas panelistas para conducir, como Nazarena Vélez, Yanina Latorre o Marcela Feudale, y que le gusta variar según la dinámica del programa.
El conductor también criticó la actitud de Balli durante los días posteriores a la decisión, señalando que “se quedó callada y con cara de orto”, algo que consideró inaceptable dado que el programa le ha dado múltiples oportunidades. “No me parece bien que si conduce otro, se quede con esa actitud. El programa le dio mucho y siempre tuvo su lugar”, agregó con firmeza.
