El pasado miércoles por la mañana, Mauro Icardi, delantero del Galatasaray, se presentó en el Tribunal de Çağlayan, en Estambul, en el marco de una causa judicial que mantiene con su exesposa Wanda Nara por la tenencia de sus dos hijas, Francesca e Isabella. Lo que llamó especialmente la atención fue que el futbolista acudió acompañado por su actual pareja, la actriz Eugenia “China” Suárez, en una aparición que no pasó desapercibida ni para la prensa turca ni para los medios argentinos.
La audiencia tuvo como objetivo una reunión con un psicólogo forense, instancia clave dentro del expediente internacional que Icardi impulsa para lograr la restitución de sus hijas a Turquía. Según trascendió, el jugador sostiene que el centro de vida de las menores está en Estambul, donde vivieron durante los últimos años bajo su cuidado casi exclusivo. En su declaración ante la Justicia, Icardi argumentó que las niñas “no podrían llevar una vida sana” si permanecen bajo el cuidado de Wanda Nara, alegando que su ex pareja “no estaría en condiciones” de hacerse cargo de ellas debido a sus compromisos laborales y otras circunstancias personales.
La presencia de la China Suárez en el juzgado generó un fuerte impacto mediático. Las cámaras captaron a la pareja caminando por los pasillos del tribunal en actitud cercana y relajada, con Icardi llevando su brazo sobre los hombros de la actriz. Este gesto, en un contexto judicial tan delicado, fue interpretado por muchos como una muestra de apoyo emocional, pero también como una señal de protagonismo por parte de Suárez en el conflicto familiar que atraviesa el futbolista.
La aparición conjunta se dio apenas un día después de que la actriz y su hija Rufina alentaran al Galatasaray en el partido contra el Liverpool por la Champions League. En redes sociales, Suárez compartió imágenes luciendo la camiseta del club turco con el número 9 y su apodo “China”, lo que refuerza su vínculo con Icardi y su integración a la vida del jugador en Turquía.