La Justicia ha tomado una decisión determinante en el caso de Mauro Icardi y la revinculación con sus hijas, Francesca e Isabella. Luego de las irregularidades en el último encuentro, se resolvió suspender los encuentros entre el futbolista y las menores, al menos de manera temporal, hasta que se realicen las evaluaciones correspondientes.
El conflicto surgió cuando Icardi organizó una reunión con sus hijas en su residencia de Nordelta, pero incumplió las condiciones impuestas por el Ministerio Público Tutelar. La normativa establecía que el encuentro debía ser exclusivamente entre el padre y las niñas, sin la presencia de terceros. Sin embargo, Eugenia "La China" Suárez estuvo presente, lo que generó un fuerte revuelo y llevó a la Justicia a intervenir.
Ante esta situación, se determinó que las niñas serán evaluadas por profesionales para analizar el impacto emocional que este episodio pudo haberles causado. En lugar de un nuevo encuentro con su padre, Francesca e Isabella tendrán sesiones individuales con psicólogos, quienes les brindarán un espacio de contención y escucha. A partir de estos informes, se definirán los próximos pasos a seguir en el proceso de revinculación.
El documento judicial que fundamenta la decisión destaca que el incumplimiento de las condiciones acordadas vulneró la previsibilidad necesaria para el bienestar de las niñas y afectó la confianza depositada en los adultos responsables. Además, se señala que la expectativa de las menores estaba centrada en compartir un espacio exclusivo con su padre, lo que no se cumplió debido a la presencia de terceros.
Por su parte, Mauro Icardi ha reaccionado a la medida judicial y, según trascendió, sus abogados han presentado un escrito argumentando que la decisión del futbolista de incluir a Suárez en el encuentro fue espontánea y parte de una dinámica familiar normal. En el documento, también se cuestiona la influencia de Wanda Nara en la relación entre Icardi y sus hijas, sugiriendo que la empresaria ha obstaculizado el vínculo paterno-filial.