La transformación de Abel Pintos a lo largo de su carrera no solo ha sido estética, sino también profundamente personal y artística. Desde sus primeros pasos en el folclore argentino hasta convertirse en uno de los cantautores más influyentes del país, su evolución ha sido tan impactante como inspiradora.
En sus inicios, Abel se presentaba como un joven de mirada reservada, melena larga y una sensibilidad que conmovía en cada interpretación. Su estilo estaba marcado por una estética sencilla, casi introspectiva, que acompañaba su voz única y su conexión con las raíces del folclore. Con el paso del tiempo, esa imagen fue mutando hacia una figura más elegante y madura, sin perder jamás su esencia genuina.
Hoy, Abel luce cortes de cabello prolijos, barba delineada y un estilo visual que refleja su crecimiento artístico. Esta transformación externa va de la mano con una búsqueda de armonía entre el personaje público y la persona detrás del micrófono. Su cambio no responde a modas pasajeras, sino a una evolución consciente que acompaña su madurez como artista y como ser humano.
Más allá del escenario, Abel también ha experimentado un cambio profundo en su estilo de vida. Casado con Mora Calabrese, formó una familia ensamblada junto a sus hijos, Agustín y Rosario. Su hogar en Resistencia, Chaco, se convirtió en un refugio lejos de la exposición mediática, donde disfruta de la tranquilidad entre giras y presentaciones.
En redes sociales, donde supera los dos millones de seguidores, comparte ocasionalmente detalles de su vida cotidiana. Su casa, cálida y funcional, refleja un gusto por lo minimalista y lo natural: tonos blancos y grises, muebles de líneas rectas, plantas de interior y una galería techada con sillones de fibras naturales. Todo en su entorno transmite paz, equilibrio y una conexión con lo esencial.
En lo musical, Abel ha sabido reinventarse sin perder su identidad. Su reciente EP Gracias a la vida es un homenaje a los clásicos latinoamericanos, interpretados con una sensibilidad que solo él puede transmitir. Este proyecto marca una nueva etapa en su carrera, donde se permite explorar emociones desde otras voces, pero con una profundidad que lo conecta con sus propias vivencias.
Abel Pintos
