La segunda semana de MasterChef Celebrity comenzó con una sacudida inesperada: Pablo Lescano, líder de Damas Gratis, abandonó el certamen por compromisos musicales, dejando vacante uno de los lugares más carismáticos del reality. Pero la producción no tardó en sorprender al público con un reemplazo que rompió todos los esquemas: Walas, el excéntrico cantante de la banda de rock alternativo Massacre, fue el elegido para ocupar su lugar.
Su ingreso fue anunciado por Wanda Nara, quien lo presentó como “cantante, compositor, actor con muchos años de escenario y una carrera exitosa dentro del rock”. La reacción de sus compañeros fue de asombro y entusiasmo, y Walas no decepcionó: llegó con su estilo único, mezcla de humor ácido, sensibilidad artística y una actitud relajada que contrastó con la tensión habitual del programa.
En su primer desafío, Walas presentó un plato que combinó técnica, originalidad y un toque personal: un Quiche Lorraine con láminas de ananá por encima, buscando un contraste agridulce. “Es una tartaleta sin tapa, con masa salada, quebrada y con mucha manteca, rellena de jamón crudo, queso, huevo, leche y ananá”, explicó con lujo de detalles, dejando boquiabiertos a los jurados Donato De Santis, Germán Martitegui y Damián Betular. Su forma de describir el plato fue tan teatral como precisa, y generó elogios por su expresividad y conocimiento culinario.
Antes de recibir la devolución, Walas se permitió analizar a los chefs con su particular mirada: “Damián es más serio, ‘Tegui’ más distante y Donato es más cálido y con más humor”. Esta observación, lejos de incomodar, generó risas y complicidad en el estudio.
El cantante también confesó que cocina en reuniones con amigos y que su especialidad son los asados, aunque está dispuesto a aprender de los “maestros” del jurado. Su actitud humilde y curiosa lo posicionó como uno de los participantes más prometedores, y su debut fue celebrado tanto por sus compañeros como por el público.
Walas
