En medio del interminable conflicto mediático y judicial entre Wanda Nara, Mauro Icardi y la China Suárez, una nueva revelación volvió a sacudir el mundo del espectáculo: las valiosas pertenencias de lujo que Wanda dejó en la casa de Estambul fueron cuidadosamente embaladas y trasladadas a un espacio reservado dentro de la propiedad. El lugar, al que Icardi y Suárez llaman informalmente “el cuarto oscuro”, se ha convertido en el epicentro de especulaciones y comentarios.
Según informó el periodista Gustavo Méndez en el programa Mujeres Argentinas (Eltrece), la colección de carteras de Wanda, valuada en más de medio millón de dólares, fue organizada en tuppers transparentes, etiquetados y sellados, y colocada en una habitación de acceso restringido. Además de los bolsos, en ese espacio también se encuentran zapatos, ropa y accesorios personales de la empresaria, todos embalados y alejados del uso cotidiano.
El periodista describió el lugar como una habitación con puerta blanca y picaporte metálico, donde se acumulan objetos de marca que Wanda solía exhibir con orgullo en sus redes sociales. “Está todo embalado”, relató Méndez, quien aseguró haber visto imágenes del cuarto, aunque no fueron mostradas al aire por cuestiones de privacidad.
Uno de los puntos que más llamó la atención fue la actitud de la China Suárez frente a las pertenencias de Wanda. Según Méndez, la actriz no tiene intención de usar ni exhibir los accesorios de su pareja anterior. Los considera piezas de colecciones pasadas que no se alinean con su estilo actual. En lugar de apropiarse de lo ajeno, la China recibió de Icardi una serie de regalos exclusivos, entre ellos carteras de las marcas Gucci, Prada y Hermès, que ni siquiera están disponibles en Argentina.
Este gesto fue interpretado por algunos como una forma de marcar territorio y cerrar el capítulo anterior. “Mauro Icardi le compró la nueva colección de carteras a la China Suárez. Es muy generoso, como lo era con vos”, dijo Méndez dirigiéndose directamente a Wanda desde el estudio.