La noche del domingo fue un reflejo del presente boquense: lucha, errores y un gol salvador que maquilló una actuación con más dudas que certezas. En un partido con emociones repartidas, Boca Juniors logró igualar ante Racing en el epílogo del encuentro, gracias a un cabezazo de Nicolás Giménez que encendió los ánimos en las tribunas.
Con un clima tenso por la crisis dirigencial y futbolística, el Xeneize salió al campo decidido a cambiar la cara. Durante los primeros minutos, mostró una postura ofensiva que ilusionó a los hinchas. Cavani tuvo una clara oportunidad que no pudo concretar, mientras Racing, con un juego más ordenado, fue creciendo con el correr de los minutos.
La Academia encontró espacios gracias al desequilibrio de Duván Vergara y la sociedad con Nardoni, quienes manejaron los tiempos del partido con inteligencia. Si bien Boca tuvo ráfagas de buen juego, le costó mucho sostener la intensidad y cometió errores en defensa que casi le cuestan caro.
Antes del descanso, Almendra tuvo una chance clara frente al arquero boquense, pero Sergio Romero estuvo firme para contener. La visita cerró mejor la primera mitad, dejando al Xeneize con la necesidad urgente de mejorar en el complemento.
Boca arrancó el segundo tiempo con una actitud renovada, buscando constantemente por el sector izquierdo, pero sin claridad en los últimos metros. Cavani volvió a tener una oportunidad frente al arco, pero no logró definir con precisión.
El quiebre llegó a los 75 minutos: Alexis Soto apareció solo tras una buena secuencia de pases y definió cruzado para poner el 1-0 parcial a favor de Racing. La Bombonera enmudeció.
Cuando todo parecía terminado y la derrota asomaba nuevamente, Boca encontró aire en una pelota parada. A los 88 minutos, Leandro Paredes ejecutó un tiro libre desde la izquierda y encontró la cabeza de Nicolás Giménez, quien con potencia mandó la pelota al fondo de la red.
El 1-1 final no resolvió los problemas de Boca, pero evitó una nueva caída en casa que hubiera agravado aún más la situación. El resultado le da algo de oxígeno al cuerpo técnico y a un plantel que sigue buscando identidad en medio del caos institucional.
En la próxima fecha del campeonato, Racing recibirá a Tigre en el Cilindro de Avellaneda, mientras que Boca deberá viajar a Mendoza para enfrentar a Independiente Rivadavia. Ambos equipos llegan con aspiraciones distintas: la Academia se ilusiona con pelear arriba, y el Xeneize necesita imperiosamente ganar para salir del pozo.
El partido dejó muchas preguntas abiertas para ambos equipos. Mientras Racing se fue con la sensación de haber perdido dos puntos, Boca celebró un empate que, aunque insuficiente, sirvió para cortar la hemorragia de derrotas consecutivas.
