El último Informe de Finanzas de Conmebol volvió a poner en el centro del debate el manejo de los recursos que recibe la Asociación del Fútbol Argentino. Según los datos publicados por el organismo sudamericano, la AFA percibe alrededor de 76 millones de dólares anuales por la participación de equipos argentinos en torneos continentales, aportes vinculados a la Copa América, programas de desarrollo y otras partidas complementarias.
Sin embargo, solo el 1% de ese monto termina convertido en premios para los campeones locales, una cifra que equivale a 1,1 millones de dólares y que resulta ínfima frente al volumen total de ingresos.
La proporción llamó la atención no solo por lo reducido del monto final, sino porque el informe detectó que un 20,46% del dinero recibido —unos 15,7 millones de dólares— no cuenta con una asignación detallada. Se trata de uno de los puntos más sensibles del documento, ya que indica que una parte importante de los fondos no está vinculada ni a premios ni a aportes administrativos ni a transferencias hacia los clubes que participan en copas internacionales.
De acuerdo con la composición de ingresos que detalla Conmebol, más de la mitad del dinero proviene de la Copa Libertadores (37,39%) y la Copa Sudamericana (26,70%). A eso se suman los recursos derivados de la Copa América (27,09%), los programas de desarrollo del fútbol sudamericano (4%) y otros conceptos menores que completan el total. En ese esquema, la AFA actúa como intermediaria para transferir los montos a los equipos argentinos que participan en torneos continentales, lo que explica buena parte del movimiento financiero que aparece reflejado en el informe.
El problema surge cuando se observan los egresos. Conmebol identifica tres grandes grupos: los fondos destinados a los clubes que participan en sus competiciones (64,09%), los aportes administrativos del organismo (14,07%) y los premios correspondientes a la Primera División argentina, que rondan el 1,38% del total. Pero inmediatamente aparece la incógnita que más ruido generó: un 20,46% del dinero no está asociado a ningún destino específico en la documentación entregada.
La falta de claridad se intensifica porque la AFA no publica balances actualizados desde 2022. Esto impide cotejar los datos con información interna de los últimos dos años y alimenta las críticas habituales sobre la necesidad de mayor transparencia en la administración del fútbol argentino. En medio de un contexto económico complejo y con clubes que atraviesan dificultades estructurales en todos los niveles, cada dólar destinado a premios, infraestructura o desarrollo adquiere un peso significativo.
Para muchos dirigentes y especialistas, la discusión de fondo es cómo garantizar que los recursos provenientes del fútbol sudamericano se distribuyan de manera eficiente y equitativa dentro del país. La diferencia entre los montos que ingresan y los que finalmente llegan a los equipos campeones de los torneos locales evidencia una brecha que resulta cada vez más difícil de justificar.
En un escenario donde el fútbol argentino enfrenta desafíos financieros constantes, la ausencia de información precisa sobre el uso de más del 20% de los fondos recibidos no hace más que agravar las dudas. Mientras tanto, la pelota sigue rodando, pero la exigencia de respuestas claras crece al ritmo de los cuestionamientos.