El consumo en Argentina mantiene un panorama complicado. En agosto de 2025, las ventas en supermercados cayeron 0,2% respecto a julio, marcando el quinto mes consecutivo de caída mensual, aunque en la comparación interanual registraron un leve aumento de 0,3% respecto a agosto de 2024. Por su parte, los autoservicios mayoristas mostraron un repunte mensual de 1%, tras cuatro meses de retrocesos, aunque en la comparación anual sufrieron una fuerte baja de 8,4%.
Los datos del Indec evidencian que, si bien el consumo en supermercados sigue siendo positivo en términos interanuales, el desempeño mensual refleja un estancamiento en la actividad comercial. Durante junio, julio y agosto, los incrementos fueron inferiores al 1%, contrastando con los primeros meses del año, cuando las ventas mensuales habían registrado subas más significativas. Esto indica que la demanda minorista se mantiene débil y con tendencia a la baja en el corto plazo.
El acumulado enero-agosto de 2025 muestra que, en términos interanuales, las ventas en supermercados crecieron 3,1%, confirmando un avance moderado respecto al mismo período del año pasado. Sin embargo, los índices desestacionalizados y la serie tendencia-ciclo reflejan la caída reciente: en agosto, el índice mensual bajó 0,2% respecto a julio, y la variación tendencia-ciclo fue de -0,6%.
Por el lado de los autoservicios mayoristas, el panorama es diferente. A pesar de la caída interanual de 8,4% y del retroceso acumulado del 6,7% en lo que va del año, el mes de agosto mostró un aumento mensual de 1%, interrumpiendo una racha negativa de cuatro meses consecutivos. Este leve repunte indica que, aunque las ventas mayoristas siguen por debajo de los niveles del año pasado, algunos indicadores de corto plazo comienzan a mostrar cierta recuperación puntual.
A nivel nacional, los montos totales de ventas a precios corrientes alcanzaron en agosto 561.124,6 millones de pesos, un aumento del 25,1% respecto a igual mes de 2024. Gran parte de este incremento se explica por la inflación, mientras que el consumo real evidencia estancamiento y caídas mensuales en varios sectores, especialmente en supermercados.
En resumen, los datos muestran que el consumo minorista sigue presionado, con los supermercados manteniendo una tendencia a la baja en términos mensuales y los autoservicios mayoristas con un repunte leve que no alcanza a compensar la caída interanual. La evolución mensual indica cautela en el gasto y un escenario económico todavía vulnerable, en el que los hogares priorizan compras esenciales y los comercios ajustan sus expectativas de ventas.
El panorama sugiere que, a pesar de ciertos repuntes puntuales, la recuperación del consumo sigue siendo débil y desigual, y habrá que seguir de cerca los próximos meses para observar si los mayoristas logran sostener su repunte y si los supermercados logran frenar la caída que acumulan desde abril.