El mercado financiero argentino vive una etapa de euforia histórica. Tras los resultados de las elecciones legislativas, el índice S&P Merval alcanzó un nivel récord, impulsado por un renovado apetito por riesgo y un cambio en las expectativas políticas.
En la primera jornada posterior a los comicios, el panel líder subió 3,5%, ubicándose en 3.181.450 puntos. Medido al dólar contado con liquidación, el Merval superó los 2.080 dólares, reflejando una suba récord de 31,2% en una sola jornada en moneda extranjera. Este impulso también se replicó en los ADR que cotizan en Wall Street, donde los papeles argentinos mostraron avances generalizados.
El repunte responde en parte a los movimientos políticos del presidente Javier Milei, con cambios en su gabinete que buscan consolidar la gestión y generar mayor respaldo en el Congreso. La designación de Diego Santilli como ministro del Interior, con fuerte impronta negociadora, fue percibida como un paso clave para fortalecer la relación con gobernadores y estabilizar el clima de negocios.
Los bonos soberanos en dólares también mostraron mejoras, mientras que el riesgo país se ubicó en 669 puntos básicos, influido por compras de pesos y operaciones de swap de divisas internacionales. Entre las acciones con mayor capitalización, destacaron BBVA (+6,7%), Irsa (+6,3%) y Sociedad Comercial del Plata (+5,9%), consolidando una tendencia alcista que refleja confianza en la recuperación de los activos locales.
No obstante, algunos sectores como el agroexportador enfrentan desafíos: las liquidaciones cayeron 56% interanual en octubre, por anticipos en embarques y cautela ante la política cambiaria. Aun así, el repunte bursátil y el mejor clima político abren oportunidades para la inversión y la reactivación de la economía nacional.
En resumen, la combinación de resultados electorales, cambios en el gabinete y señales externas positivas generó un rally histórico en el Merval y en los bonos argentinos. El mercado encara ahora un periodo de optimismo cauteloso, donde la consolidación dependerá de la capacidad del Gobierno para avanzar en reformas y mantener estabilidad política y económica.