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El riesgo país bajó de los 600 puntos y alcanzó su nivel más bajo desde enero

El indicador elaborado por JP Morgan llegó a tocar los 596 puntos y acumula una caída superior al 8% en lo que va de noviembre.

El riesgo país bajó de los 600 puntos y alcanzó su nivel más bajo desde enero

El riesgo país argentino registró este lunes una fuerte caída y llegó a perforar los 600 puntos básicos, alcanzando su nivel más bajo en casi diez meses. El indicador, elaborado por el banco JP Morgan, llegó a tocar los 596 puntos, lo que representa una baja de 40 puntos respecto del viernes y una reducción acumulada del 8,2% en lo que va de noviembre.

Aunque pasado el mediodía el índice volvió a ubicarse levemente por encima —en torno a los 603 puntos—, la tendencia descendente marca una clara mejora en la percepción de los inversores sobre la economía argentina. No se alcanzaba un valor tan bajo desde el 14 de enero pasado, cuando el riesgo país se situó en 580 puntos básicos.

El descenso del indicador refleja una recuperación del interés por los bonos soberanos argentinos, que este lunes operaron con alzas tanto en los mercados locales como en los internacionales. La suba se dio en un contexto de expectativas favorables por parte de los analistas financieros, que ven con buenos ojos las gestiones del Gobierno para obtener financiamiento externo y recomprar deuda.

Entre los factores que explican el buen ánimo de los mercados se mencionan las negociaciones con bancos de Wall Street para acceder a nuevas líneas de crédito, la posibilidad de colocar bonos en el exterior a tasas más competitivas y la decisión oficial de recomprar títulos públicos para reducir el stock de deuda y mejorar su cotización.

El riesgo país es un indicador clave que mide la confianza de los inversores internacionales en la capacidad de pago de un país. Cuanto más bajo es el valor, mayor es la credibilidad y menores son las tasas que debe pagar para obtener financiamiento. Por el contrario, un riesgo alto encarece el acceso al crédito y refleja desconfianza en la economía.

Desde las elecciones legislativas, el índice se redujo prácticamente a la mitad, impulsado por señales de estabilidad macroeconómica, la moderación en las expectativas inflacionarias y una mejor relación con los mercados financieros globales. Este comportamiento abrió una nueva “ventana de financiamiento” para la Argentina, que ahora podría acceder a capitales internacionales con costos más bajos que en meses anteriores.

En paralelo, los bonos argentinos en dólares registraron alzas promedio de entre 1% y 3% en los principales mercados, mientras que el Merval —el índice líder de la Bolsa porteña— mostró una leve recuperación impulsada por papeles energéticos y financieros.

Por su parte, el dólar financiero se mantuvo estable y el contado con liquidación (CCL) incluso retrocedió algunos centavos, reflejando una mayor oferta de divisas y cierta calma cambiaria tras semanas de volatilidad.

Los analistas consideran que, si se mantiene este escenario de estabilidad y mejora en las expectativas, el riesgo país podría consolidarse por debajo de los 600 puntos en las próximas semanas, algo que no ocurre desde comienzos de año. Sin embargo, advierten que el desafío principal sigue siendo sostener la confianza con políticas fiscales consistentes y un programa económico claro que logre atraer inversiones a largo plazo.

En definitiva, la baja del riesgo país representa una señal alentadora para la economía argentina. Aunque todavía lejos de los niveles de países vecinos, el retroceso del indicador es interpretado como una muestra de que el mercado empieza a responder positivamente a las medidas oficiales y a las perspectivas de mayor orden macroeconómico hacia fin de año.


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