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COMIENDO RICO

Siete formas de servir milanesas con extra de sabor y más rendidoras

Si en casa las milanesas no duran nada en la fuente, llegó la hora de " vestirlas" con cubiertas y guarniciones que las hacen más abundantes y suman sabores deliciosos.

Siete formas de servir milanesas con extra de sabor y más rendidoras

Una fuente de milanesas recién hechas es una de esas imágenes imposibles de resistir para muchos argentinos y generalmente " vuelan" apenas llegan a la mesa... Al estilo de los mejores restaurantes, con pequeñas variantes y algo de ingenio este plato clásico se hace más abundante sin quitarle su magia original. Ninguna es la clásica napolitana ni a caballo: suman vegetales e incluso ingredientes muy comunes en versiones muy sabrosas.

Con estas ideas podemos enriquecer milanesas de lo que sea, ya sean vegetales o de pollo, cerdo o las clásicas de vaca.

Estas son cubiertas que llevan pocos minutos:

Cebolla y queso

Aquí el secreto está en que la cebolla debe estar cocida, a fuego lento, con poco aceite y sin añadirle sal, para que se caramelice, lo que acentúa su sabor dulzón. A las milanesas ya preparadas y cocidas ( con la precaución de no dorarlas en exceso) cubrirlas con una capa de cebolla y por encima, el queso de nuestra preferencia: puede ser muzarella, cheddar, una mezcla de muzarella y queso azul, todo vale. Unos minutos a horno fuerte y hecha la magia.

Algo para probar: mezclar la cebolla caramelizada con ricotta, condimentarla a gusto, terminar con queso rallado y cubrir las milanesas para gratinarlas.

Otra idea: sumarle a la cubierta de cebolla algunos tomates cherry cortados a la mitad, orégano y queso rallado.

Salsa blanca y vegetales

La famosa bechamel, una salsa clásica, se prepara derritiendo manteca ( 60 g) en una cacerolita. Una vez que se derrite le añadimos 2 cdas. de harina ( común) y removemos bien con una cuchara de madera hasta que se forme el roux, una pasta. Debe cocinarse para que no tenga gusto a harina, así que removemos 2-3 minutos dejándola hervir a fuego bajo. Entonces le añadimos 300 cc de leche ( fría o caliente), y con un batidor, removemos hasta que hierva y espese. Condimentamos ( los clásicos son sal, pimienta y nuez moscada). 

La moda: milanesas con fideos

Una combinación popular en México, que surgió en las casas y pasó a los restaurantes, a la que es muy fácil añadirle toques mágicos: servir las milanesas con una abundante porción de fideos ( spaghetti o tallarines, aunque la pasta corta como tirabuzones y mostacholes también queda fantástica). Aquí el secreto está en el condimento.

Provenzales: cubrir los fideos con perejil picado, ajo cortado muy chiquito y queso rallado. Podemos sumarle un chorrito de aceite de oliva. ¡Si a esta base le agregamos unas gotas de salsa picante es una bomba!

Orientales: colocar los fideos escurridos en una sartén y añadirles salsa de soja, ralladura de limón y hojas de verdeo picadas finísimas. 

A la crema: simplemente saltear los fideos unos minutos con crema de leche, condimentada. Y terminar con una lluvia de queso, por supuesto.  

Sobre la milanesa ponemos el vegetal cocido que más nos guste: acelga, espinaca, cebolla, brócoli, coliflor, etc. Sazonamos y cubrimos con la salsa blanca para gratinarla en el horno. 

Una idea más: poner sobre la milanesa las verduras y un trocito de queso que se derrita, por encima otra milanesa y la salsa blanca, más queso rallado... y al horno.  


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