El operativo se llevó a cabo gracias al trabajo coordinado entre la Gendarmería Nacional Argentina y la Policía Nacional del Perú, activado tras una videollamada desesperada de la víctima a su madre y una denuncia formal.
Señal de auxilio que lo cambió todo
La alarma se encendió cuando la madre de la joven, tras una videollamada abruptamente interrumpida, percibió que algo andaba muy mal. Ese llamado fue clave: puso en marcha la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos de Mendoza, que informó a la Fiscalía provincial y activó de inmediato al Equipo Antitrata de Personas.
Investigación transnacional
Con el protocolo activado, la Argentina solicitó cooperación a su par peruano. El intercambio de datos, incluidas horas de antenas de telefonía móvil, permitió rastrear a la víctima hasta una casa en Lima. Allí se realizó el allanamiento y se detuvo al presunto captor, un ciudadano venezolano imputado por explotación sexual.
El operativo se enmarcó en el Protocolo de Palermo, que facilita la cooperación internacional en causas de trata, y culminó con éxito gracias al despliegue del Equipo Antitrata argentino y la Dirección Contra la Trata y Tráfico Ilícito de Migrantes de la Policía peruana.