La Justicia de la Ciudad de Buenos Aires dictó una condena ejemplar en un caso de violencia de género de extrema gravedad. Miguel Alvidez fue sentenciado a 10 años de prisión de cumplimiento efectivo por atacar a golpes, encerrar y someter a su expareja, quien se encontraba en una situación de vulnerabilidad tras haber perdido a su bebé apenas dos semanas antes.
El tribunal también condenó a Marta Elizabeth y Juan Ramón Alvidez, hermanos del acusado, por haber participado como cómplices en las agresiones que sufrió la mujer.
El hecho ocurrió en marzo del año pasado en una vivienda de Ciudad Oculta, en el barrio porteño de Villa Lugano. De acuerdo a la investigación, la madrugada del 6 de marzo Alvidez puso música a alto volumen para tapar los pedidos de auxilio de la víctima. Luego la golpeó, la asfixió y la amenazó de muerte.
La situación se agravó cuando pidió un arma a su hermano y, con el revólver en mano, obligó a la joven a permanecer encerrada en un baño durante horas, donde continuó el hostigamiento. Finalmente, la trasladó hasta una plaza y la abandonó.
La sentencia reconoció la secuencia de violencia física, psicológica y sexual ejercida contra la mujer y destacó la participación activa de los hermanos en el encierro y las amenazas. Para la Justicia, el caso evidencia la necesidad de actuar con perspectiva de género y aplicar penas firmes frente a conductas que ponen en riesgo la vida de las mujeres.
El fallo busca enviar un mensaje claro en un contexto donde la violencia machista sigue siendo una de las problemáticas más urgentes en el país. Organizaciones sociales y judiciales insisten en reforzar las medidas de prevención y protección, especialmente en situaciones de extrema vulnerabilidad como la que atravesaba la víctima.