Los fiscales Claudio Navas Rial y Sergio Rodríguez presentaron un dictamen de 47 páginas que expone graves irregularidades en el ingreso al país de diez valijas sin pasar por los controles de la Aduana, el pasado 26 de febrero.
El equipaje pertenecía a Laura Belén Arrieta, quien llegó a Argentina en un vuelo privado desde Miami, a bordo de un avión Bombardier Global 5000, matrícula N18RU, propiedad de Leonardo Scatturice, empresario vinculado al gobierno de Javier Milei y al entorno del expresidente estadounidense Donald Trump.
Según el dictamen, el material fílmico de la Policía de Seguridad Aeroportuaria muestra que, pese a la disponibilidad de escáneres y un sistema de revisión selectiva tipo “semáforo”, Arrieta y los tripulantes del vuelo fueron dirigidos por personal aduanero hacia una vía secundaria, evitando los controles. Mientras otros pasajeros en el mismo horario fueron sometidos a revisiones, las diez valijas de Arrieta —de las cuales solo cinco fueron declaradas— no fueron inspeccionadas.
El documento destaca un “comportamiento inusual” de Arrieta, quien, según un agente, demoró entre 15 y 20 minutos en el traslado a la zona de arribos internacionales. Además, se observó que entregó un celular a una agente de Aduana, quien realizó un gesto de “okey” antes de que la pasajera fuera conducida al área correspondiente. El avión permaneció siete días en Aeroparque antes de partir hacia Francia, con escala en Tenerife, aunque Arrieta declaró en Migraciones que su destino final era Estados Unidos.
Los fiscales señalaron múltiples irregularidades: omisiones en los controles de equipaje, falta de trazabilidad de las valijas, deficiencias en los registros migratorios, ausencia de documentación sobre la inspección de la aeronave y dudas sobre el aeropuerto de procedencia declarado. También se destacó la inexistencia del registro del vuelo en las bases de datos estatales.
Scatturice, empleador de Arrieta y residente en Miami, tiene antecedentes ligados al espionaje y organizó junto a ella la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) en Buenos Aires, evento al que asistió el presidente Milei, consolidando su vínculo con Trump. El vocero presidencial, Manuel Adorni, negó inicialmente cualquier relación con Arrieta y calificó de “fácticamente imposible” el ingreso de tantas valijas sin control, pero evitó responder tras la difusión del dictamen fiscal.